martes, 27 de agosto de 2013



¿NO SERÁ POSIBLE UNA FÓRMULA PARA QUE LA SEGURIDAD DEL ESTADO NO VIOLE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS?

Sigue en todo el mundo el gran debate, con argumentos que defienden las posturas de cada parte, sin que se llegue a una fórmula que precise las fronteras, tanto desde la legitimidad como desde la legalidad, entre las acciones del Estado, en la necesaria búsqueda de su seguridad y la que debe brindar a la población, pero sin que al mismo tiempo se garantice que no se violan los derechos fundamentales de las personas. En concreto, nos referimos al espionaje, que parece inevitable. Por eso, nos interrogamos: ¿será necesario siempre el espionaje, o éste podría tener algunos grados o modalidades, para que no vaya más allá de ser una conducta que ponga en peligro o lesione, como ya dijimos, los derechos de la personalidad, entre ellos, por ejemplo: la intimidad, la privacidad, el libre desarrollo, las comunicaciones personales, la propia imagen o figura y la honra? Este es el meollo del gran debate que proponemos.

Y para lograr un buen desarrollo del debate y, sobre todo, para sacar conclusiones claras y concretas, empezamos por insinuar quiénes deberían participar en el mismo, sin que ello sea obstáculo para pensar en otros. Por ejemplo: los defensores de los derechos fundamentales, por medio de las asociaciones que representan; la procuraduría general de la nación, la defensoría, los centros o entidades que se dedican a la investigación, las ongs, las universidades, los periodistas, los medios de comunicación, y la lista puede aumentar.

Y tomar como referente los casos y las historias de personajes como los procesados Edward Snowden, que fue empleado de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, hoy en asilo en Rusia, y del soldado inglés Bradley Manning, ya condenado, y examinar lo que han hecho, las denuncias que han permitido conocer los abusos de los gobernantes, el papel de los medios de comunicación en su difusión, los argumentos para acusarlos, los argumentos de sus abogados defensores, las opiniones que han originado tales revelaciones, las violaciones a las normas de los Estados, y otros aspectos que, seguramente, han de surgir de este gran debate que sugerimos.

Todo lo anterior, nos permitiría destacar la situación en Colombia, en especial, lo sucedido que dio lugar a la extinción del DAS, y las futuras actividades del organismo que lo sustituyó, lo mismo el papel de las autoridades judiciales, en concreto de los jueces, cuando, por razones muy justificadas en determinados procesos, autorizan el seguimiento y la grabación de las conversaciones y de los actos de las personas sobre las cuales recaen fundadas sospechas acerca de la conducta delictuosa.

Con estas cortas palabras, esperaremos las respuestas.



lunes, 19 de agosto de 2013



EL LEGADO DE DOS HOMBRES DE RADIO


Con pocos días de diferencia, han fallecido dos hombres que ha hecho grandes aportes a la radio. Primero fue Fernando Londoño Henao y este fin de semana, Efraín Páez Espitia, de la cadena Radio Melodía. Ambos, desde sus sitios de trabajo han dejado un profundo y positivo legado. Le correspondió a Fernando Londoño Henao el gran desarrollo de la Cadena Radial Colombiana, CARACOL. Por más de 40 años, se preocupó por el crecimiento de las emisoras y la cobertura de todo el país. Por su parte, Efraín Páez Espitia, desde la ciudad de Bogotá, hizo grandes esfuerzos para posicionar sus emisoras.

Tales acontecimientos luctuosos nos permiten hacer una reflexión sobre la radio, como el gran medio de comunicación que mantiene su inmediatez, su capacidad de penetración sin importar las barreras físicas, de tiempo, o de formación académica del oyente. Jamás será desplazada, a pesar de la enorme competencia en esta época de inmenso desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Especial énfasis merece la radio comunitaria, la que es fundada, dirigida y orientada hacia las comunidades para satisfacerles el derecho a la información. Es también el momento de pedirle a las autoridades, en concreto al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones que haga todo lo que esté a su alcance para que la radio comunitaria siga creciendo en todo sentido, más allá de los tecnológico y no compita con la radio comercial para que pueda prestar el servicio que reclama y se merece cada comunidad, sobre todo, en esta época, cuando los ciudadanos son más conscientes de sus derechos, lo mismo que de sus deberes. En muchos sentidos, la radio comunitaria tiene que ser siempre la gran alidada de sus vecinos.

Por eso, una de las tareas pendientes, que no es solamente de la radio comunitaria, también de la comercial, de la universitaria y demás radios, es la lucha porque el contenido de su programación esté formado por material de interés especial y cotidiano de todas las comunidades. Por ejemplo, a mero título enunciativo, podemos citar asuntos o temas que deberían hacer parte de la programación ordinaria. Porque con certeza que, en tales circunstancias, muchos serían los beneficios para los asociados.

Por ejemplo, temas que sugerimos: los derechos humanos, que bien tratados, con un lenguaje comprensivo y con programas de duración también breve y concreta, dejarían muchas inquietudes a la comunidad. Citamos los derechos humanos, empezando por la vida, para decir que es el primer derecho de todo ser humano, que todos lo ejercemos, que todos lo respetamos, que es el derecho necesario para desarrollar los otros derechos humanos. Por eso, es un derecho absoluto. Y se puede enriquecer con cortas historias de personas que en la vida, han dejado obras para el bien común, como los escritores, los poetas, los pintores, los cantantes, por citar algunos. El siguiente derecho es el de la palabra, explicar en qué consiste, por qué todo el mundo la necesita, la forma de usarla, que es sin ofender a los demás, que cada que se hable, antes se piense en qué se va a decir.

Otros temas, tienen relación con lo político. Por ejemplo, qué significa ser ciudadano, que es ciudadanía, qué relación existe entre ella y las autoridades, qué le corresponde hacer a la autoridad, por qué entre ella y las demás personas, se establecen relaciones mediante el uso adecuado de la palabra. Cabría pensar en la paz, intentar decir qué es, a quienes corresponde trabajar por la paz, porque ella implica el reconocimiento, el respeto y la práctica de los derechos humanos. En fin, podríamos extendernos mucho más en esta corta reflexión.
Por consiguiente, así como los señores Fernando Londoño Henao y Efraín Páez Espitia trabajaron por engrandecer la radio, ahora, nos toca a TODOS, pensar en que la radio puede hacer mucho por transformar este país y que mañana es tarde, para emprender una cruzada como la que hemos expuesto en este corto texto



lunes, 5 de agosto de 2013


SIGUE EL DEBATE SOBRE LA PROTECCIÓN DE DATOS

La semana pasada comentamos que la protección de los datos de las personas, el derecho conocido como habeas data, que en Colombia tiene fundamento en el artículo 15 de la Constitución Política y está desarrollado, para su protección, por la Ley Estatutaria 1581 de 2012, y su decreto reglamentario 1377 de 2013, empieza a crear un gran debate nacional que debería ser aprovechado por las facultades de periodismo y de comunicaciones, lo mismo que por los medios de comunicación, agremiaciones profesionales y, en general, por la sociedad, para participar de un asunto que es de bastante interés público. Serán, sin lugar a duda, muchos los aspectos que nos convocarían para que, con toda la franqueza que debemos emplear, planteemos las dudas, las preocupaciones, la trascendencia del asunto, el respeto hacia el derecho, la forma de protegerlo, las entidades y sus bases de datos, las relaciones entre las personas y las instituciones a las cuales, necesariamente, se les tiene que dar la información que nos es personal, pero sobre todo, la forma de utilizarla, ya que en ese sentido, es en el cual, habrá lugar a mayores discusiones, porque estamos ante mucha información que se acerca a la llamada sensible.

Por todo lo anterior, pensamos que desde la Superintendencia de Industria y Comercio, que ha desarrollado una tarea que llamamos de sensibilización sobre el derecho del habeas data, ahora, se oriente mucha parte de su tarea a propiciar el gran debate nacional, porque estamos convencidos de que serán muy positivos los frutos que se podrán conseguir. Pero deberíamos empezar por conocer las experiencias de otros países que han avanzado en este tema y comparar las situaciones vividas en ellos, con los casos de la vida cotidiana en Colombia.

Además, porque serán también otros los temas que guarden estrecha relación con este derecho, porque éste, está ligado a otros derechos como la intimidad, la privacidad, el buen nombre, el libre desarrollo de la personalidad, la llamada visibilidad o publicidad de las personas, porque algunas quieren ser muy conocidas, mientras otras, por razones muy bien fundadas, prefieren tener bajo perfil y pasar, casi siempre, como anónimos o pocos conocidos en su medio.

Ojalá esta corta reflexión sea bien acogida, porque estamos dispuestos a participar activamente en el debate, que podemos agregar otras entidades que harían grandes aportes, más allá de lo académicos,como los fiscales, los jueces, los defensores de derechos humanos, los personeros, la defensoría del pueblo, la procuraduría general de la nación, y podríamos aumentar la lista.

Esperamos, pronto, la mayor acogida.






martes, 30 de julio de 2013

LA PROTECCIÓN DE LOS DATOS ES PERMANENTE



LA PROTECCIÓN DE LOS DATOS ES PERMANTE, NO TRANSITORIA

Durante estos días, las distintas entidades que tienen bases de datos, en los cuales guarden información de personas, obtenida por las relaciones que tienen con las mismas,por distintas razones, están publicando avisos para anunciar que, en cumplimiento de la Ley 1581 de 2012, sobre la que escribimos un comentario breve hace pocos días, y su decreto reglamentario 1377 de 2013, recuerdan que, TODAS LAS PERSONAS, como titulares de dicha información, tienen el derecho a acceder, a conocer, a actualizar, a rectificar, a revocar y a solicitar prueba de su autorización, así como a pedir la supresión de los datos personales, cuyo trámite se hace diigiéndose a cada institución. Sin embargo, TODOS LOS AVISOS agregan que si en el plazo de treinta (30) días, contados desde la respectiva publicación, los TITULARES no han solicitdo la supresión, se entenderá que ha autorizado para que se continúe con el tratamiento a dichos datos.

Nuestro comentario se orienta en el sentido de que ese plazo de treinta (30) días, no puede entenderse como un término que, vencido, porque la persona no se pronunció, entonces,en adelante no puede oponerse al uso de sus datos. NO, ESE PLAZO NO ES PERENTORIO,NI DEFINITIVO, NI INMODIFICABLE. Precisamente, el martes, 30 de julio de 2013, en la página 12, el periódico El Espectador, trae unas declaraciones de Pablo Felipe Robledo, superintendente de industria y comercio, quien dijo "que los ciudadanos podrán solicitar, en cualquier momento que no se utilicen".

Y para complementar lo antes expresado, agregó: "La SIC explicó que si bien los ciudadanos pudieron abstenerse de contestar la notificación de las compañías en un período de 30 días, esto no signifca que pierdan su derecho a actualizar, corregir o eliminar sus datos personales. Con este silencio sólo autorizan el uso de los datos por el tiempo que la persona asi lo quiera".

Por lo anterior, invitamos a todas las personas, con el fin de entusiasmarlas para que lean y analicen la Ley 1581 de 2012 y su decreto reglamentario 1377 de 2013 y visiten, también regularmente, la página de la Superintendencia de Industria y Comercio: www.sic.gov.co porque siempre van a encontrar información de interés general.

miércoles, 24 de julio de 2013


LAS ENSEÑANZAS DE JOSÉ "EL MONO" SALGAR ESCOBAR

Este fin de semana, murió en Bogotá, a los 92 años, este conocido periodista, vinculado por 70 años al periódico El Espectador. Fue un verdadero maestro de varias generaciones y hasta Decano de la Facultad donde se forman nuevos profesionales, en la Universidad Sergio Arboleda. En el periódico El Espectador ocupó, podríamos decir, todos los cargos, desde el más humilde hasta llegar a la Dirección. Los distintos medios de comunicación, destacaron su fallecimiento y nos recrearon con sus últimas entrevistas. Para este corto comentario, tomamos la publicada por El Tiempo, el martes 23 de julio de 2013, en las páginas 14 y 15, de la sección, debes leer. Tomamos la cita pertinente:

"¿Se imaginaba el siglo XXI? No. Tampoco me imaginaba que podía estar vivo en este siglo. En los años 70, dictando un seminario en Pereira, estaba hablando de un tema que ha sido recurrente para mí. Les decía a los asistentes que la labor del periodista no es registrar la noticia y ya. Una de las misiones es pensar cuáles son las repercusiones de esa noticia en el futuro. Entonces, les propuse que hiciéramos el ejercicio de pensar noticias de ese entonces y proyectarlas al año 2000. En diferentes campos, la política, la tecnología, el periodismo. En esa época predije que las máquinas en las que se haría el periodismo iban a cambiar. No sabía que tendríamos tanta tecnología, pero sabía que las máquinas de escribir sería remplazadas por otras cosas".

Podemos, ahora, sí, afirmar con toda certeza, que tan importante misión del periodismo sigue siendo, como se dice, en el lenguaje coloquial, una tarea pendiente, pero a la vez, de enorme trascendencia, con el gran propósito de no ignorar el pasado y sus consecuencias, y tenerlo siempre como referente del futuro. Para concretarnos más, pensemos en solo Colombia, al menos, para delimitar el territorio. Nosotros estamos urgimos, desde los medios de comunicación, pensar en las repercusiones futuras de nuestras actuales noticias, en campos, previamente, determinados, y proyectarlas a periodos cortos, por ejemplo, 5, 10, 15, 20, 25 o más años, y vaticinar, desde nuestra perspectiva y con argumentos claros y concretos.

Si nos acostumbráramos a este tipo de ejercicios, con toda certeza que se haría un gran aporte a toda la Nación, y en ella, a todos los sectores de la sociedad, que tendrían en estos trabajos, invaluables contribuciones para investigaciones, para la docencia, para la memoria social, para mantenernos enterados de nuestro acontecer, para los planes de los gobiernos locales, regionales y nacionales. En fin, no tenemos la menor duda de que los periodistas y los medios de comunicación, podríamos hacer alianzas con otros grupos académicos, intelectuales y empresarios, por citar solamente algunos, para emprender pronto la gran tarea que tenemos pendiente y que es tan necesaria y que habrá de producir grandes beneficios para todos los asociados. 

Y, por último, le haríamos un gran homenaje a uno de los adalides del periodismo colombiano, cuya memoria honraríamos con tan ambiciosa propuesta de acoger una recomendación que hizo hace muchos años y que aún no se ha cumplido.

lunes, 8 de julio de 2013



LAS  DESLEALTADES  PROFESIONALES EN EL CAMPO PERIODÍSTICO

En la vida cotidiana, casi nunca queda tiempo para reflexionar sobre valores tan importantes como la lealtad, la honradez, el sigilo, la verdad, la independencia ... hasta el compromiso con la sociedad de mantenerla informada, de la manera más justa como nos sea posible.

Solamente, cuando se presentan situaciones, algunas hasta previsibles, es cuando hacemos un alto en el camino para pronunciarnos, solidarizarnos y protestar por las conductas de colegas o de otras personas que perturban el trabajo profesional.

Estas breves palabras, nos sirven de fundamento para referirnos a lo sucedido en el Noticiero de Teleantioquia, que dirigía el periodista Juan Pablo Barrientos. En concreto, afirmamos que fue víctima de sus propios colegas, o de alguno de ellos, que siendo desleal, traicionero, deshonesto, y podríamos agregar más calificativos negativos, fue quien grabó las conversaciones del Consejo de Redacción, que es un recinto, donde los periodistas preparan el material para el noticiero. Por tanto, hablar en un ambiente de sigilo profesional, porque todos los participantes tienen el sagrado compromiso de callar sobre los temas que se analicen y jamás darlos a conocer.

Tal comportamiento, hace parte de la actividad profesional, que se extiende a los médicos, a los abogados y a quienes tienen el deber de servir a la sociedad desde su campo específico de trabajo.

Por consiguiente, vale la pena que las directivas de Teleantioquia hagan un replanteamiento porque de por medio, están algunas personas que hacen parte de la Asamblea Departamental, quienes eran, finalmente, las interesadas en enterarse de todo lo que se hablara en los Consejos de Redacción y que tuviera relación con el trabajo de dicha Corporación y, sobre todo, de las críticas que se formularan a sus actividades.

Este triste acontecimiento no debe pasar sin que se le valore en su justa dimensión y, especialmente, que se convoque al debate, que tanto necesitamos en nuestro medio, para que de verdad, se ponga de presente la misión tan trascendental que en nuestra sociedad, tan urgida de medios de comunicación, que estén comprometidos con los derechos de los ciudadanos y que cumplan a plenitud con el deber que se ha asumido y frente al cual, jamás se podrá desmayar.



domingo, 23 de junio de 2013

LAS VALLAS Y LA VIOLACIÓN DE LA LEY QUE LAS REGULA

En los últimos días, hemos tenido noticias, provenientes de varias ciudades del país, con motivo de vallas, que se han puesto en lugares visibles, cuyos mensajes se complementan con fotografías, alusivas a personas, todas ellos, muy conocidas públicamente. Sobre esta situación, podríamos hacer varios comentarios. El primero, consiste en que quienes promueven las vallas, deberían conocer muy bien y aplicar en el sentido más claro, los mandatos de la Ley 140 de 1994, por la cual se reglamenta la Publicidad Exterior Visual en el territorio nacional.


Nos referimos primero a esta norma, porque, como ciudadanos, nos corresponde actuar siempre, con el propósito de respetar las leyes y, en ese sentido, respetar los derechos de los demás y, sobre todo, porque es una manera de practicar el deber que nos atañe en nuestra sociedad, tan urgida de personas que, normalmente, deberíamos estar comprometidas con pautas de conducta, orientadas a la convivencia pacífica. Por eso, ojalá esta recomendación nos conduzca, en todo momento, a preguntarnos si nuestros actos se realizan, dentro del espíritu democrático, que demanda, esencialmente, ser conscientes y responsables de que al proceder con libertad, también lo hacemos con conocimiento de los efectos de nuestras actuaciones.
Deberíamos, entonces, saber qué nos dice la primera parte de la disposición citada, el inciso segundo del artículo primero: "Se entiende por Publicidad Exterior Visual, el medio masivo de comunicación destinado a informar o llamar la atención del público a través de elementos visuales como leyendas, inscripciones, dibujos, fotografías, signos o similares, visibles desde las vías de uso o dominio público, bien sean peatonales o vehiculares, terrestres, fluviales, marítimas o aéreas".



Preguntamos: 1.¿Aquellas vallas si cumplían, como medios de comunicación, el gran propósito de informar o llamar la atención del púbico?  2. ¿Los contenidos sí tenían esos fines, o al contrario, eran contenidos que, a pesar de nuestra libertad absoluta para expresarlos, pero que además, exige responsabilidad legal posterior, como también responsabilidad social y ética, eran insultantes e injuriosos, incitaban al odio, a la violencia, a la venganza, ... y podríamos agregar más calificativos negativos?

Con estas dos preguntas podríamos decir mucho y extendernos demasiado, pero ese no es lo que pretendemos con esta corta reflexión. Lo que sí nos proponemos es, así sea, como lo hemos afirmado siempre, todavía una gran utopía, al menos, llamar la atención de quienes consideren que, siempre, debemos ser personas muy sensatas al hablar, al escribir y, en general, cuando nos estamos expresando. Porque como lo dijimos hace pocos días, la palabra, es parte esencial para que hagamos realidad el ejercicio del derecho humano a la libertad de expresión. De su uso, bueno o malo, o con nobles motivos o con perversas consecuencias, dependerán los resultados. Y, con mayor razón, en Colombia, donde seguimos insistiendo que para construir entre todos, una verdadera democracia, todo está supeditado, al empleo adecuado del idioma para manifestar nuestros acuerdos y nuestras diferencias, pero, en todo momento, bien argumentadas.

Ojalá no sea en vano nuestra corta contribución. Es lo más que podemos hacer, desde el compromiso que hemos adquirido ante la sociedad.