domingo, 20 de mayo de 2018


EL NUEVO PROYECTO DE LEY SOBRE PERIODISMO

Conocimos hace pocos días, un nuevo proyecto de ley "por el cual se reconoce la profesión de Comunicador Social-Periodista y Organizacional, se crea el Consejo Profesional del Comunicador Social-Periodista y Organizacional y se dictan otras disposiciones", presentado por el Senador de la República,  Nerthink Mauricio Aguilar Hurtado. El documento de presentación no dice si previamente se han consultado a los destinatarios de la nueva norma, que son precisamente, los profesionales y sus agremiaciones reconocidas, para dialogar y conocer los distintos puntos de vista.

Porque nos parece que un asunto de tanta trascendencia, como es el contenido de esta iniciativa de ley, debería ser antes, consultada, conocida, estudiada, analizada y puesta en común porque, a quienes vinculará, deben, como un derecho elemental, saber de qué se trata. Además, es necesario conocer un poco la historia de las normas anteriores y los fallos de los órganos judiciales competentes, porque si ignoramos el pasado, seguramente, no se tiene la suficiente autoridad para proponer y promover un proyecto de tan inmensa envergadura. En ese sentido, podemos agregar que también es indispensable consultar y escuchar a la academia, a los medios de comunicación y a la sociedad, representada por organizaciones de distintas profesiones, porque le actividad del periodismo, todos los días reclama de disposiciones garantistas y eficaces para que quienes la ejercen, sean persona competentes y comprometidos con un trabajo que es esencial en todo sociedad democrática, como nos orgullecemos de proclamar que es la nuestra.

Por ejemplo, la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER, que está celebrando sus diez años de existencia, es una institución que agrupa a un número significativa de asociaciones regionales de Colombia, que tiene una fructífera experiencia en temas legales y jurisprudenciales, y como vocera autorizada, es una de las entidades que debe ser llamada para conversar con el senador Aguilar Hurtado y su equipo de trabajo. Sobre todo, porque estamos a pocos meses de terminar la actual legislatura, y después del próximo 20 de julio, se instala el nuevo senado, que inicia su período de cuatro años. También, estamos a pocos días de elegir el nuevo presidente de la república.  

Por todo lo anterior, consideramos pertinente y prudente que se propicie un diálogo entre las personas y entidades comprometidas en la defensa del ejercicio del periodismo, para que encontremos aspectos que nos identifiquen, lo mismo que aquellos que nos diferencien y hagamos lo posible por acordar, primero que todo, si un nuevo proyecto de ley, en estos momentos, es pertinente, y luego, examinar el contenido, teniendo en cuenta lo que han dispuesto otras normas y el contenido de la jurisprudencia en esta materia.

  

domingo, 6 de mayo de 2018


EL 3 DE MAYO: NO ES OTRA CELEBRACIÓN MÁS DEL DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El pasado jueves 3 de mayo de 2018, no fue otra celebración más del día mundial de la libertad de expresión. No. Todo lo contrario. Fue un día para seguir insistiendo, como lo haremos siempre, en que mientras no haya las mínimas garantías políticas y jurídicas para el ejercicio de este derecho humano tan trascendental, no podemos dejar de insistir y luchar por todos los medios legales posibles para que poco a poco se le reconozca y, sobre todo, para evitar que en aquellos países, donde haya procesos de avance, surjan momentos de retroceso y represión, como lo pudimos apreciar en los recientes actos de abuso de la fuerza física púbica en la república de Nicaragua, cuya barbarie hizo recordar que la dictadura de Somoza es la misma cosa de actual gobernante Daniel Ortega, quien se apartó por completo de los ideales de justicia social que inspiraron el movimiento armando de los sandinistas.

Porque es una verdad que no requiere de más argumentos porque ya está probado, en el sentido de que, dentro de las libertades públicas, hoy ya constituidas como derecho humanos, la libertad de expresión es un requisito esencial para que pueda un pueblo ser gobernado dentro de la concepción de una auténtica democracia, que es un sistema político, donde es necesaria la pluralidad y la diversidad de medios de comunicación y la difusión sin límite alguno, de distintos mensajes, porque no existe censura pero sí responsabilidad legal, y porque precisamente, una de sus características es la deliberación pública, con sólidos argumentos, porque jamás estaremos de acuerdo en el tratgamiento de todos los asuntos de interés público. En otras palabras, porque el unanimismo no puede existir en una democracia, con pocas excepciones, entre ellas, por ejemplo, que todos reconocemos, practicamos y respetamos los derechos humanos, como fundamento de la convivencia pacífica con la diferencia pero sin violencia alguna.

Por consiguiente, siempre pasaremos de la proclama de cada año, no solo de llamar la atención en todo el mundo, para denunciar los regímenes que impiden el pleno ejercicio de la libertad de expresión, sino de formar una cruzada universal que trabaje, en forma permanente, por todos los medios posibles, para que los gobiernos demócratas apoyen las luchas encaminadas a superar las dificultades en las que viven países que tienen autoridades enemigas de los derechos humanos o los entienden como imposiciones del sistema capitalista.

Situados ya en el campo de Colombia, tenemos que manifestar que a pesar de tener un gobierno que ha sido celoso del respeto hacia la libertad de expresión, los otros poderes, como los provenientes de grupos armados, de la delincuencia y del narcotráfico, por citar solamente, unos pocos, son quienes amenazan y hasta en muchas ocasiones impiden el acceso a los lugares donde se produce la noticia, para investigarla y poderla dar a conocer. En ese sentido, sí tenemos que ser exigentes con las autoridades para que ellas, dentro de sus competencias, y sin coartar derechos de los ciudadanos, trabajen para que los periodistas tengamos garantías que nos permitan cumplir la misión social que nos corresponde y a la que nos comprometimos.