lunes, 19 de agosto de 2013



EL LEGADO DE DOS HOMBRES DE RADIO


Con pocos días de diferencia, han fallecido dos hombres que ha hecho grandes aportes a la radio. Primero fue Fernando Londoño Henao y este fin de semana, Efraín Páez Espitia, de la cadena Radio Melodía. Ambos, desde sus sitios de trabajo han dejado un profundo y positivo legado. Le correspondió a Fernando Londoño Henao el gran desarrollo de la Cadena Radial Colombiana, CARACOL. Por más de 40 años, se preocupó por el crecimiento de las emisoras y la cobertura de todo el país. Por su parte, Efraín Páez Espitia, desde la ciudad de Bogotá, hizo grandes esfuerzos para posicionar sus emisoras.

Tales acontecimientos luctuosos nos permiten hacer una reflexión sobre la radio, como el gran medio de comunicación que mantiene su inmediatez, su capacidad de penetración sin importar las barreras físicas, de tiempo, o de formación académica del oyente. Jamás será desplazada, a pesar de la enorme competencia en esta época de inmenso desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Especial énfasis merece la radio comunitaria, la que es fundada, dirigida y orientada hacia las comunidades para satisfacerles el derecho a la información. Es también el momento de pedirle a las autoridades, en concreto al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones que haga todo lo que esté a su alcance para que la radio comunitaria siga creciendo en todo sentido, más allá de los tecnológico y no compita con la radio comercial para que pueda prestar el servicio que reclama y se merece cada comunidad, sobre todo, en esta época, cuando los ciudadanos son más conscientes de sus derechos, lo mismo que de sus deberes. En muchos sentidos, la radio comunitaria tiene que ser siempre la gran alidada de sus vecinos.

Por eso, una de las tareas pendientes, que no es solamente de la radio comunitaria, también de la comercial, de la universitaria y demás radios, es la lucha porque el contenido de su programación esté formado por material de interés especial y cotidiano de todas las comunidades. Por ejemplo, a mero título enunciativo, podemos citar asuntos o temas que deberían hacer parte de la programación ordinaria. Porque con certeza que, en tales circunstancias, muchos serían los beneficios para los asociados.

Por ejemplo, temas que sugerimos: los derechos humanos, que bien tratados, con un lenguaje comprensivo y con programas de duración también breve y concreta, dejarían muchas inquietudes a la comunidad. Citamos los derechos humanos, empezando por la vida, para decir que es el primer derecho de todo ser humano, que todos lo ejercemos, que todos lo respetamos, que es el derecho necesario para desarrollar los otros derechos humanos. Por eso, es un derecho absoluto. Y se puede enriquecer con cortas historias de personas que en la vida, han dejado obras para el bien común, como los escritores, los poetas, los pintores, los cantantes, por citar algunos. El siguiente derecho es el de la palabra, explicar en qué consiste, por qué todo el mundo la necesita, la forma de usarla, que es sin ofender a los demás, que cada que se hable, antes se piense en qué se va a decir.

Otros temas, tienen relación con lo político. Por ejemplo, qué significa ser ciudadano, que es ciudadanía, qué relación existe entre ella y las autoridades, qué le corresponde hacer a la autoridad, por qué entre ella y las demás personas, se establecen relaciones mediante el uso adecuado de la palabra. Cabría pensar en la paz, intentar decir qué es, a quienes corresponde trabajar por la paz, porque ella implica el reconocimiento, el respeto y la práctica de los derechos humanos. En fin, podríamos extendernos mucho más en esta corta reflexión.
Por consiguiente, así como los señores Fernando Londoño Henao y Efraín Páez Espitia trabajaron por engrandecer la radio, ahora, nos toca a TODOS, pensar en que la radio puede hacer mucho por transformar este país y que mañana es tarde, para emprender una cruzada como la que hemos expuesto en este corto texto



No hay comentarios:

Publicar un comentario