lunes, 19 de julio de 2021

 

LUTO EN EL PERIODISMO COLOMBIANO

 Esta semana, el periodismo colombiano está de luto. Se  nos fue el gran maestro, referente, paradigma y padre del reporterismo y de la investigación, Germán Castro Caicedo, de quien es mucho lo que tendríamos que decir, en especial, sobre su invaluable legado, que lo constituye todo su trabajo, que es una rica y amplia cantidad de obras, que resumen el enorme quehacer de una vida dedicada al periodismo y que fueron el producto de un reportero que recorrió el país, para investigar, documentar y difundir los muchos acontecimientos de una Colombia diversa, plural, contradictoria, pero a la vez, llena de esperanzas, así luego llegaran muchas frustraciones.

Gran parte de la historia de nuestra nación está en sus libros y en sus actividades periodísticas. Empezamos por recordarlo por el programa “Enviado Especial”, que empezó en 1962 y del que se emitieron 1018 capítulos, de media hora cada uno, y que por muchos años nos mostró y nos contó los sucesos, las vivencias, los problemas y demás situaciones de las regiones, de las fronteras de nuestra gran geografía, lo mismo que acerca de los personajes, algunos de ellos, hasta exóticos. De temas tan complejos como el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares, la brujería, la hechicería, la tierra, los baldíos, el contrabando, los migrantes. Esa es la pluralidad, la diversidad y las contracciones de Colombia.

Acerca de sus libros, que suman 34, recordamos con nostalgia, su primera obra, llamada “Colombia amarga”, cuya narrativa desgarradora por la forma como contaba una realidad, aparentemente, invisible, nos conmovió a quienes tuvimos la fortuna de leerla, porque la misma constituía una especie de abrebocas para anunciar el contenido de las siguientes obras.

Precisamente, como lo dijo él: “Más del 90% de mis libros han salido de titulares de prensa y televisión, como La muerte de Giaccomo Turra, Karina y mi alma se la dejo al diablo, historia que salió de una fotografía de El País, de Cali, y en la que duré cuatro años de investigación, porque buscar la gente en la selva es difícil”, recordó en aquel entonces, como lo afirma el periódico El Colombiano, en la página 24 de la edición de este viernes 16 de julio de 2021.

Aunque sea en forma muy breve, nos cuenta el periódico El Tiempo, también de este viernes 16 de julio, que “Castro Caicedo decía que su pasión por la crónica la comenzó a los 14 años, cuando leyó a los cronistas de EL TIEMPO y El Espectador de esa época. ´Gente como Camilo López y Germán Pinzón. Esos ´monstruos´ lo llevaban a uno prácticamente de la mano por todo el país. Luego empecé a estudiar. Descubrí que tenemos un legado de quinientos años de crónica en Colombia. Comenzó con los cronistas de Indias, que vinieron con los conquistadores españoles. América nació al mundo gracias a ellos y esta tradición se mantuvo en las nuevas colonias. En Colombia la crónica se catapultó en los años 80 y 90. Yo vengo de esta época”, recordaba.

En síntesis, German Castro Caicedo fue una pluma que jamás se superará. Por eso será siempre fuente para las actuales y las nuevas generaciones, en especial, para el periodismo de investigación y de denuncia, porque de verdad, sí que estamos urgidos de que haya muchos y muy buenos periodistas que se dediquen a investigar, en todos los campos de la vida nacional, porque necesitamos conocer con certeza qué pasa, por ejemplo, con la inversión de los recursos en obras públicas, necesarias para las comunidades, que quedan empezadas porque dizque se ha gastado todo el presupuesto. Luego tienen que hacerse adiciones, que se vuelven repetitivas, pero sin que las obras concluyan y las necesidades de las comunidades aumenten sin solución alguna. En esos casos tiene que haber denuncias.

Nos queda, entonces, rendir un homenaje de gratitud y reconocimiento al escritor, periodistas, investigador y gran maestro del periodismo y la literatura, Germán Castro Caicedo.