lunes, 11 de noviembre de 2019


¿ POR QUÉ REAPARECE LA CENSURA?

Con una gran preocupación reaparece el fantasma de la censura, seguido de la violación al sigilo profesional, garantía constitucional que algunos jueces, por fortuna pocos, quieren desconocer. Son temas que están relacionados con el derecho fundamental a la información que, también tiene amparo constitucional, claramente establecido en el artículo 20 de la Carta Magna.

En esta oportunidad nos referimos al libro que lleva por nombre Dejad que los niños vengan a mí, del periodista Juan Pablo Barrientos, cuya investigación goza de la protección constitucional, y se refiere a los actos de pederastia de la iglesia católica en Colombia. Sea lo primero, también advertir, que no todos los sacerdotes han incurrido en tales y reprochables conductas. Porque ciertamente, son muchos los sacerdotes que siguen fieles a su compromiso. Sin embargo, cuando se trata de un trabajo serio, bien investigado y una denuncia sobre actos que han afectado, sobre todo, a menores de edad, no hay razón alguna para que dos jueces,  apoyados en la acción de tutela, herramienta básica para la defensa de los derechos fundamentales, la apliquen, desvirtuando su noble propósito. Sabemos que el juez del municipio de San Rafael, en el departamento de Antioquia, decidió "suspender la producción, comercialización y venta del libro". El otro juez, segundo promiscuo municipal de la Ceja, también en Antioquia, le dio un plazo de cuatro horas al periodista para que entregara los datos de sus fuentes, con la advertencia de que "la negativa a entregar la información requerida llevará a imponer las acciones disciplinarias y/o penales que haya lugar".

Tales determinaciones son, evidentemente, actos judiciales, que constituyen censura y violación del derecho al sigilo profesional, amparado en el artículo 74, inciso segundo de la Carta Magna. Agregamos que hubo otro juez más sensato y riguroso en la lectura e interpretación de nuestro ordenamiento constitucional y legal, y levantó las medidas cautelares. Saludamos, con especial satisfacción profesional esta última decisión, que devuelve la tranquilidad ante una situación de incertidumbre.

Por lo anterior, esta corta reflexión se constituye en una llamada de atención para que estemos siempre pendientes y denunciemos los abusos de las autoridades, así sean éstas judiciales, cuando las haya, porque es nuestro deber profesional trabajar siempre por el engrandecimiento y consolidación de las garantías constitucionales y legales que tenemos, quienes hemos escogido esta profesión, que está al servicio de la verdad, de la justicia y de la sociedad.