El 27 de julio, era el día señalado por la Comisión Nacional de Televisión para adjudicar el tercer canal de televisión privada, de cubrimiento nacional. Sin embargo, este proceso que ha tenido tantos obstáculos parece que continúa con ellos. En esta oportunidad, ante una demanda ante el Consejo de Estado, este organismo acogió parte de la pretensión, en el sentido de impedir que el proceso siguiera adelante, por la falta de pluralidad de proponentes, pues solo había uno. Y la decisión de suspender dicho proceso, implica que no podrá hacerse la adjudicación el próximo 27 de julio. Y, en caso de omisión, vendrán consecuencias jurídicas para los miembros de la Comisión Nacional de Televisión.
En días recientes, habíamos comentado que parte esencial de este proceso, consistía en saber si los proponentes tenían buenos proyectos, desde la perspectiva de la futura programación, entendida, en cuanto ser variada, de interés cultural, en un sentido amplio de la palabra, de manera que realmente beneficiara a los televidentes.
Tan trascendental asunto, no lo conocemos. Por tanto, el día en que por fin haya adjudicación, los televidentes no tendremos la menor idea de la oferta de contenidos. Quizá sigamos con más de lo mismo, es decir, con mucha pobreza intelectual de contenidos.
A todo lo anterior, se suma la coincidencia del cambio en la presidencia de la república. El sábado 7 de agosto, después de medio día, jura el nuevo mandatario. Él, había dicho en la campaña, que prefería que no se adjudicara el canal, en el actual período presidencial, para evitar las llamadas sutilezas de todo éste, ya complejo proceso.
En fin, es mucho lo que se puede comentar de este tormentoso proceso adjudicatario. Estamos ante un espectáculo denigrante. Estamos con temor, desconfianza, preocupación y podríamos agregar más calificativos. En resumen, la anhelada sana competencia en televisión seguirá en veremos. Y, al mismo tiempo, el derecho fundamental de contar con una nueva opción se quedará aplazada por más días. Por consiguiente, con un sabor de enorme insatisfacción nos tocará seguir esperando por más tiempo, pero ojalá, que los asuntos de este proceso, en la próxima convocatoria, cambien sustancialmente, a ver si por fin, le ponemos punto final a una expectativa que nos ha tenido en vilo hace un buen rato.
Mostrando entradas con la etiqueta nuevo canal de televisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta nuevo canal de televisión. Mostrar todas las entradas
lunes, 26 de julio de 2010
miércoles, 30 de junio de 2010
¿Qué podemos decir y qué esperar del futuro tercer canal de televisión privada?
En medio de un gran debate avanza el proceso de licitación para la adjudicación del tercer canal de televisión privada de cobertura nacional. De los cinco miembros que integran la Comisión Nacional de Televisión, entidad que tiene en sus manos esta decisión, sólo ejercen cuatro, porque al quinto, se le venció el período y aún no se ha procedido a designar su reemplazo.
Varios son los aspectos sobre los cuales se puede continuar el debate. El primero, es el relativo a la aplicación de un concepto del Consejo de Estado, sobre el requisito de pluralidad de participantes. El segundo, tiene que ver con la posición de la Procuraduría General de la Nación, que sostiene que la pluralidad se exige para los oferentes, es decir, quienes tengan interés de participar en el proceso, pero no se requiere para los proponentes, pues basta uno, quien, en tales circunstancias, deberá pagar el 10% -diez por ciento- más sobre la cifra en que se fijó para la subasta.
Un tercer aspecto, que para nosotros es el de mayor trascendencia, consiste en conocer cuál es la oferta de contenidos de la programación del grupo PLANETA, que es el único proponente que quedó en este proceso. Los otros, se retiraron y alegaron varias razones para hacerlo.
Por consiguiente, nosotros somos más concretos en nuestra posición. Parar empezar, recordemos que la audiencia es variada, porque comprende varias franjas: infantil, de familia y de adultos. Cada una de ellas, tiene expectativas sobre la programación, pues, ésta deberá estar acorde con sus intereses. Por eso, el asunto de fondo tiene que ver con los contenidos de cada programa, de manera que el televidente reciba un mensaje que lo satisfaga plenamente. Sin embargo, nos haríamos muy extensos si dijéramos cuál debe ser cada contenido, de acuerdo con el receptor.
Sin embargo, esta corta reflexión puede ser un punto de partida para propiciar un gran debate de sectores tan importantes como las organizaciones de televidentes, los educadores, los padres de familia, las universidades, los estudiantes, los investigadores, los columnistas de diferentes medios de comunicación, las facultades de comunicación y de periodismo, los líderes de opinión y, en general, de quienes consideren que pueden aportar ideas y propuestas para, al menos, concebir una programación de televisión, así sea todavía muy utópica, pero que se oriente a cada público y le lleve un mensaje que contribuya a su enriquecimiento como ser humano que es.
El pluralismo, como rasgo característico de una democracia, en el amplio campo de las ideas, es precisamente, la posibilidad de convocar y realizar el diálogo público, el debate argumentativo, la reflexión serena y sin sectarismos, y escuchar a quienes quieran participar en ese gran foro, para que, entre todos, construyamos un proyecto de nueva televisión pública. Dejamos este sugerencia para que empecemos a expresarnos libremente, responsablemente y, sobre todo, positivamente.
Varios son los aspectos sobre los cuales se puede continuar el debate. El primero, es el relativo a la aplicación de un concepto del Consejo de Estado, sobre el requisito de pluralidad de participantes. El segundo, tiene que ver con la posición de la Procuraduría General de la Nación, que sostiene que la pluralidad se exige para los oferentes, es decir, quienes tengan interés de participar en el proceso, pero no se requiere para los proponentes, pues basta uno, quien, en tales circunstancias, deberá pagar el 10% -diez por ciento- más sobre la cifra en que se fijó para la subasta.
Un tercer aspecto, que para nosotros es el de mayor trascendencia, consiste en conocer cuál es la oferta de contenidos de la programación del grupo PLANETA, que es el único proponente que quedó en este proceso. Los otros, se retiraron y alegaron varias razones para hacerlo.
Por consiguiente, nosotros somos más concretos en nuestra posición. Parar empezar, recordemos que la audiencia es variada, porque comprende varias franjas: infantil, de familia y de adultos. Cada una de ellas, tiene expectativas sobre la programación, pues, ésta deberá estar acorde con sus intereses. Por eso, el asunto de fondo tiene que ver con los contenidos de cada programa, de manera que el televidente reciba un mensaje que lo satisfaga plenamente. Sin embargo, nos haríamos muy extensos si dijéramos cuál debe ser cada contenido, de acuerdo con el receptor.
Sin embargo, esta corta reflexión puede ser un punto de partida para propiciar un gran debate de sectores tan importantes como las organizaciones de televidentes, los educadores, los padres de familia, las universidades, los estudiantes, los investigadores, los columnistas de diferentes medios de comunicación, las facultades de comunicación y de periodismo, los líderes de opinión y, en general, de quienes consideren que pueden aportar ideas y propuestas para, al menos, concebir una programación de televisión, así sea todavía muy utópica, pero que se oriente a cada público y le lleve un mensaje que contribuya a su enriquecimiento como ser humano que es.
El pluralismo, como rasgo característico de una democracia, en el amplio campo de las ideas, es precisamente, la posibilidad de convocar y realizar el diálogo público, el debate argumentativo, la reflexión serena y sin sectarismos, y escuchar a quienes quieran participar en ese gran foro, para que, entre todos, construyamos un proyecto de nueva televisión pública. Dejamos este sugerencia para que empecemos a expresarnos libremente, responsablemente y, sobre todo, positivamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)