martes, 10 de diciembre de 2019


PARO Y MARCHAS SON EJERCICIOS DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Han pasado varios días desde el paro nacional del 21 de noviembre de 2019, de las marchas en las principales ciudades del país y del concierto "Un Canto x Colombia", con la participación de más de 30 artistas, que tuvo lugar el domingo 8 de diciembre de este año en la ciudad de Bogotá. Sin desconocer las movilizaciones con "cacerolazos", y conciertos protestas de algunas agrupaciones musicales. Todos estos actos constituyen, sin la menor duda, una clara concreción de la libertad de expresión, como derecho fundamental que es y que debemos ejercerlo siempre sin causar perjuicio a otras personas. 

Podríamos agregar más calificativos al derecho a la libertad de expresión que, junto con otros derechos de igual categoría, hacen parte de las garantías que consagra nuestra Constitución Política, de las cuales debemos hacer la mejor utilización para que los gobernantes de todos los niveles, escuchen con sumo interés los mensajes que les envían los ciudadanos y demás personas, y asuman el gran compromiso de buscar salidas y soluciones, ojalá con la vinculación de representantes de la llamada sociedad civil, que es la constituida por las organizaciones y movimientos sociales que reclaman atención de las autoridades.

Por eso, en parte tiene razón el presidente de la república, Iván Duque Márquez, cuando propuso una conversación nacional y reconoce la necesidad de hallar alternativas para afrontar la problemática en muchos campos, que como él mismo reconoce, no sean fórmulas mágicas para ya, sino que tiene que ser un proceso gradual y permanente, que agregamos nosotros, debe comprometer al Estado Colombiano por muchos años y en forma continua, para que mediante un plan que tenga sus etapas de cumplimiento,  se vayan apreciando las soluciones que se piden desde mucho tiempo atrás.

Por ejemplo, asuntos tan sensibles como la educación, la salud, la alimentación, la vivienda, el campo y otros más, que también hacen parte del paquete de sugerencias que recibió el gobierno de la misión de sabios, constituyen, si admitimos el término, en una gran plataforma que debe orientar el quehacer institucional. 

En otras palabras, son abundantes las iniciativas que se tienen para darle un rumbo distinto pero positivo a Colombia. Y al mismo tiempo, que haya veedores que estén atentos a su desarrollo y reclamen cuando haya descuido. Porque sí es indispensable que se esté comunicando qué se está haciendo y que haya objeciones y protestas, como ya dijimos, que hacen parte del derecho a la libertad de expresión, pero que jamás haya violencia, ni del Estado ni de quienes hagan parte de los paros y de las marchas, para que todos podamos vivir en paz, como es el anhelo de un país que marcha hacia la justicia social.

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