lunes, 18 de abril de 2022

 

LOS MENSAJES DE LA ACTUAL CAMPAÑA ELECTORAL

 

Es un hecho indiscutible y que todos lo sabemos, que estamos en plena campaña electoral para escoger la fórmula presidencial, correspondiente al periodo 2022 al 2026.

Como es apenas natural y necesario, los distintos candidatos están haciendo propuestas que consideran son las que más llaman la atención de los votantes. Asimismo, se utilizan los distintos medios de comunicación para la difusión de todos los mensajes que cautiven la decisión de los ciudadanos.

Sin embargo, el asunto de fondo y que ya lo estamos viviendo y que motiva el presente comentario, tiene que ver con el contenido de dichos mensajes, que debería motivarnos a pensarlo muy bien antes de hablar.

 En concreto, nos referimos al manifestar que algunos de los candidatos y algunos mensajes que ellos expresan, son mensajes racistas, clasistas, insultantes, odiosos, groseros, violentos, incitantes a la confrontación, no solo verbal sino hasta física, y, en general, mensajes que riñen con el deber ser en asunto tan delicado y hasta peligroso, cuyas consecuencias ya conocemos por la triste historia de la violencia política que hemos tenido en Colombia.

Por eso, es el momento de llamar la atención en pro del respeto por la diferencia, como parte esencial de nuestra democracia deliberativa, y especialmente electoral, basada en la razón y contenido realizable de los argumentos de las propuestas, pero jamás en el irrespete por el otro.

Porque el otro, hace parte esencial de la pluralidad y de la diversidad de quienes participamos en el actual proceso electoral que, en esencia se orienta a escoger las mejores propuestas para superar y resolver, así sea a largo plazo, los grandes y complejos problemas sociales y económicos que tenemos, y que, si no buscan soluciones, entonces, la situación sí se tornará, cada vez, sumamente grave.

De allí que es nuestro deber, como profesionales del periodismo y de las comunicaciones, y también a medios de comunicación, ser abanderados de una campaña porque todos los mensajes de esta campaña electoral renuncien al insulto del otro y en sentido contrario, que todos los mensajes sean respetuosos de la dignidad humana del otro, como en forma clara y concreta lo manifiesta, uno de los primeros principios fundamentales de nuestra Constitución Política.  

Somos conscientes de la necesidad de esta campaña que, podría extenderse más allá del domingo 29 de mayo y que en caso de que así sea, pues, desde ahora, todos nos comprometamos a observa una conducta civilizada, como es el deber de nuestro sistema político.   Confiemos en que así será, a pesar de lo difícil, que en principio es.

 

lunes, 21 de marzo de 2022

 

EL COMPORTAMIENTO DEMOCRÁTICO EN LAS ELECCIONES

Estamos viviendo en Colombia, un acontecimiento político de gran trascendencia, tanto presente como futura, y consiste en la próxima elección presidencial que tendrá lugar el domingo 29 de mayo de 2022. Recordamos que el pasado domingo 13 de marzo, se llevaron a cabo las elecciones para renovar el órgano legislativo, llamado el congreso, que se compone del Senado y de la Cámara de Representantes. De dichos resultados, hay reclamos por errores en los trámites de los formularios que se utilizaron para registrar los votos, que ojalá se resuelvan con suma claridad, transparencia y concreción, para evitar denuncias que empañarían tales elecciones y generarían muchos procesos judiciales.

Ahora, nos preparamos, como acabamos de expresarlo, para de la elección presidencial el domingo 29 de mayo. Y, para referirnos a este certamen, los mensajes son muchos, que constituyen, en su mayoría, la propaganda política que invita a votar por determinado candidato, que en esta oportunidad son varios. Y los mensajes de la institucionalidad colombiana, que invita a participa activamente, mediante el ejercicio del voto consciente y bien informado.

Precisamente, para hablar de estar bien informado, se requiere de contar previamente, con suficiente ilustración sobre las propuestas de los candidatos y de los partidos y movimientos políticos, de manera que después de una reflexión cuidadosa, se tenga la certeza de escoger la mejor opción.

Otros aspectos importantes son pensar en que, si sea posible que, de los grandes cambios propuestos, no sólo se cuenta con los recursos económicos para realizarlos, sino que sean técnicamente viables. Es decir, que no basta con la formulación de la idea, para luego convertirla en proyecto, sino que éste, sí sea, verdaderamente, realizable.

De allí, la importancia de hacer un seguimiento al presidente elegido, sin importar si votamos por él, o no, con el fin de enterarnos de cuál es su trabajo, en especial, si de verdad incluye los proyectos de ley o de reforma constitucional que fueron sus iniciativas para atraer a los votantes.

Por todo lo anterior, y como decimos: lo bueno, si breve, dos veces bueno, este corto mensaje tiene como fin esencial invitar a todas las personas para que se entusiasmen y salgan temprano a votar, de manera que rápidamente, se cumpla con este deber ciudadano y mantengamos descongestionados los sitios de votación.

Y ojalá fuera posible que la elección presidencial se defina en la primera vuelta, que estará condicionada a que algún candidato obtenga la mitad más uno de todos los votos válidos depositados, y de esa manera, nos evitemos la segunda vuelta, pero para ello se requiere, como decimos en lenguaje cotidiano, ¡A votar, pues, pronto y temprano!

 

martes, 15 de febrero de 2022

 

EL CIPA, EL DÍA DEL PERIODISTA Y LOS 60 AÑOS DE VIDA

 

Con especial respeto por los lectores, y en mi calidad de presidente del Círculo de Periodistas y Comunicadores Sociales de Antioquia, CIPA, quiero contarles que, desde nuestra Institución, celebramos con especial alegría, el miércoles 9 de febrero de 2021, el día clásico del periodista en Colombia, aunque sabemos que el día legal es el 4 de agosto, para periodistas y comunicadores, como homenaje al precursor de la independencia, Antonio Nariño.

Asimismo, compartimos con las demás organizaciones, una noticia que nos llena de muchas satisfacciones. Consiste en que el CIPA, cumple el 23 de julio de 2021, 60 años de existencia, que constituyen un acontecimiento de gran trascendencia para nosotros, los colegas, los asociados, los medios de comunicación, los estudiantes, las escuelas y facultades de periodismo y de comunicaciones, y hasta el mismo gobierno.

Durante estos 60 años, el trabajo del CIPA se ha orientado esencialmente a varios aspectos que son la razón de ser de su existencia. Empieza por la defensa, diríamos que, a ultranza del derecho a la libertad de expresión, sobre todo, cuando haya amenazas o ataques a su ejercicio, sin importar quién o quiénes los están realizando.

También trabaja por la capacitación de sus asociados porque éste es un deber y una exigencia sustancial para la calidad del trabajo y solamente cuando todos nos actualizamos, podemos responder fielmente al contrato tácito que tenemos con la sociedad.  

Igualmente, nos corresponde investigar para poder informar. Vigilar la conducta de las autoridades y, de los particulares, cuando éstos tienen a su cargo, labores con contenido social. Somos veedores del interés colectivo. Y podríamos extendernos más, pero no es la ocasión para hacerlo.

El miércoles 9 de febrero, tuvimos como acto central, el foro con los periodistas escritores en pandemia, pertenecientes a nuestra Institución. Ellos fueron: Iván de Jesús Guzmán López, Ignacio Guevara Martínez, Antonio Estrada Saldarriaga y Oscar Villada Alzate. Nos contaron y nos hicieron partícipes de una experiencia extraordinaria, única en nuestra historia.

Igualmente, anunciamos que seguimos preparando más actividades que, poco a poco informaremos, entre ellas, una edición especial de la revista cuartillas, un video y posiblemente un congreso internacional sobre un tema que a todos nos interese.

Por eso, desde ahora, pedimos a todos los colegas, que nos acompañen y difundan los actos que organizamos, y que se vinculen con mucho entusiasmo porque el 4 de agosto, será el acto central de los 60 años, con la entrega a los premios a la excelencia periodística en distintas categorías.

 

 

martes, 25 de enero de 2022

 VIGILAR LA CONDUCTA PÚBLICA NO PUEDE SER UNA FORMA DE CENSURA

No tenemos la menor duda en afirmar que la conducta de todo servidor público, desde el más humilde hasta  el más encumbrado, debe ser vigilada por todos los ciudadanos y por las demás entidades e instituciones que ejercen la importante misión de defender los intereses de la comunidad. Por eso, siempre fueron bienvenidas las normas  anticorrupción, empezando por el estatuto, y la ley anti soborno de 2016.

Sabemos que en el mundo entero, el fenómeno de la corrupción es tan grave y debe ser combatido porque sus consecuencias siempre afectan a la sociedad y, sobre todo, a los sectores que más requieren de la acción gubernamental para superar situaciones de extrema pobreza y de desigualdad en diferentes campos, como la alimentación, la vivienda, la salud, la educación, la ciencia y la cultura, solo por citar algunos, como quedó demostrado en la reciente pandemia del covid 19, que aún  vivimos y cuyas amenazas de nuevas formas no dejan de preocuparnos.

Sin embargo, no existen razones, que tengan fundamento alguno, para que al invocar una campaña en contra de toda forma de corrupción, lleguemos al extremo de establecer como delitos, la denuncia que se haga contra funcionarios o exfuncionarios, ya que también tenemos certeza de que es en el amplio campo de la administración pública, donde con más frecuencias ocurren este tipo de actos, como quedó demostrado en el contrato del ministerio de las tecnologías de la información y las comunicaciones con la entidad centros poblados, con un anticipo perdido de más de setenta mil millones de pesos para llevar el internet a los lugares más apartados de Colombia, pero también los más urgidos, los más necesitados y los más carentes de este servicio de telecomunicaciones para facilitar el estudio de miles de niños y jóvenes de nuestra querida y adolorida patria. 

Las anteriores palabras nos llevan para sumarnos a las campañas de las agremiaciones periodísticas, las entidades defensoras de los derechos humanos, los medios de comunicaciones y otras instituciones que han denunciado el mico escondido en el proyecto de ley que estaba pendiente de su conciliación, y en el que se hacía una aparente reforma al código penal, para que el nuevo delito se configurara cuando se denunciara, como ya dijimos, a funcionarios públicos, para afectar su trabajo.  

Por eso, no es nada nuevo, decirlo y con muchas sinceridad, que es en el sector público, donde suceden con más frecuencias los actos de corrupción, y que solamente se conocen, tan reprochables conductas, cuando son, precisamente, los periodistas, quienes a través de sus medios de comunicación, hacen las investigaciones y luego las respectivas denuncias. Es una lástima que sea así, pero la experiencia nos lo demuestra.

Todo lo antes expuesto nos lleva a denunciar, una vez más, ese intento por tener una ley mordaza, que es contraria al mandato constitucional, tan claro que establece que en Colombia no hay censura sino responsabilidad posterior. Es tan clara la  norma, expresada en el artículo 20, que podemos decir que tenemos libertad absoluta para decir lo que se quiera, para comentar en los términos que se quiera, que es una garantía muy grande, en un verdadero sistema democrático, sin olvidar que se tiene una amplia responsabilidad, pero siempre, después de expresarnos. De allí, el deber celoso de tener pruebas suficientes antes de hablar, de escribir y de denunciar.


miércoles, 17 de noviembre de 2021

 

LAMENTAMOS LA MUERTE DEL GRAN CONSTITUCIONALISTA, DOCTOR JAVIER HENAO HIDRÓN


Quienes tuvimos la oportunidad de conocer al doctor Javier Henao Hidrón, especialmente, desde la docencia, como es mi caso por haber sido su alumno en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Latinoamericana, siempre tenemos y guardaremos de él, muchos recuerdos y sentimientos de gratitud por su entrega a la enseñanza, de una manera pedagógica, que siempre fue excepcional, orientada al mayor aprovechamiento de sus estudiantes.

Su fallecimiento, reciente, ocurrió en la ciudad de Bogotá, aunque visitaba con cierta regularidad a Medellín, donde se la apreciaba y tenía muchos amigos, sobre todo, entre sus colegas, universitarios y funcionarios, que lo recibían con mucho interés porque era portador de sus escritos y obras, algunas con varias ediciones.

De su larga y fructífera trayectoria, destacamos que por más de 50 años estuvo al servicio de la docencia, la investigación y el ejercicio del derecho, que lo empezó como fue juez del municipio de Frontino. Después fue director departamental de Tránsito y secretario de Educación y Cultura de Antioquia. Fue árbitro y profesor, entre otras, de las universidades de Antioquia, de la cual era egresado, y de la Autónoma Latinoamericana. Fue magistrado y presidente del Consejo de Estado y reconocido constitucionalista y académico.

Fue miembro de la Academia Antioqueña de Historia, de la Sociedad Bolivariana de Antioquia, miembro fundador de la Corporación Otraparte y miembro honorario del Colegio Colombiano de Juristas.

También fue presidente de la asociación de antiguos magistrados de las altas cortes, Asomagister. Fue reconocido con múltiples galardones en el ámbito judicial. El último, el 31 de agosto de 2021, cuando la Asamblea de Antioquia y el Concejo de Medellín le entregaron la Orden al Mérito Cívico y Empresarial Mariscal Jorge Robledo y la Orden al Mérito Don Juan del Corral.

Su obra, Panorama del derecho constitucional colombiano, desde 1971 ha sido texto obligado en las facultades de derecho. Otras obras de su autoría, son las siguientes: El poder municipal, 1988. Fernando González, filósofo de la autenticidad, 1988. Uribe Uribe y Gaitán, caudillos del pueblo, 2010. Derecho procesal constitucional: protección de los derechos constitucionales, 2003. Rafael Uribe Uribe, caudillo y mártir, 2017. Gaitán, caudillo del pueblo, 2015. Rafael Uribe Uribe, un gran colombiano, 2014. Asimismo, como gran deportista, se destacó en el baloncesto y fue campeón de ajedrez.

En mi caso particular, el doctor Javier Henao Hidrón escribió el prólogo a la primera edición del libro, Los Periodistas y el Derecho a la Información, el cual tituló: PALABRAS BREVES PARA PRESENTAR UN TEMA EXUBERANTE. Destacamos el último párrafo, cuya vigencia se mantiene hoy y dice: “Cuando el país decida actualizar su legislación no solamente sobre prensa, radiodifusión sonora y televisión sino también en relación con el espectro electromagnético, servicios informativos y de divulgación del Estado, las agencias de  noticias y otros aspectos no menos relevantes en el espacio social que ocupan los medios masivos de comunicación, entonces será más protuberante todavía la importancia de este ensayo”.

 

 

sábado, 16 de octubre de 2021

 

¿DE QUIÉN SON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PÚBLICA?

 A raíz de los cambios que se han producido en el canal Telemedellín y en su noticiero, ha surgido un debate que no es nuevo en Colombia y en todo el mundo sobre los medios de comunicación, cuando éstos son de carácter público, entendidos en el sentido de que su titularidad le pertenece y, por eso, son dirigidos por la autoridad, bien sea del orden nacional, local o regional. Con este corto planteamiento estamos ante una situación que debe quedar lo suficientemente clara en la regulación para evitar confusiones hacia el futuro, pero sobre todo, para que la acción del gobernante sea, igualmente, tan bien definida, que no entorpezca la tarea que deben cumplir tales medios de comunicación, como es la independencia, siempre entendida en que están al servicio de la comunidad, pero no son apéndices o entidades adscritas al gobierno de turno para cumplir las instrucciones que éste les imparta.

Precisamente, recordamos que uno de los grandes aportes de la Constitución Política de 1991, cuyos treinta años de existencia estamos celebrando, consiste en haber incorporado a la Carta Magna los derechos fundamentales y su enriquecimiento con la incorporación de los tratados y de los convenios internacionales, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción y, que prevalecen en el orden interno.

Uno de esos derechos fundamentales lo encontramos en el artículo 20, como el derecho a la información que, por su carácter de universalidad, nos vincula todos, entre ellos, obviamente, a los gobernantes, quienes tiene interés y necesidad de contarle a la sociedad lo que están haciendo en todos los campos, y hacerlo, no solamente por los medios de comunicación pública, sino a través de las dependencias oficiales, que difunden los actos de las autoridades, y las cuales también facilitan el trámite de las solicitudes sobre acceso a la información.

Sin embargo, respecto a los medios públicos, cuando se trate de la radio y de la televisión, éstos deben siempre observar ese carácter de públicos, pero nunca gubernamentales. Allí está la esencia para su adecuado desempeño. Por tanto, reciben del Estado el presupuesto necesario para su funcionamiento, pero la dirección estará en manos de juntas u organismos formados por personas competente, siempre independientes del poder, y con reglas o normas clara su operación.

De esa manera, acatamos el mandato del citado artículo 20, en el sentido de recibir información veraz e imparcial, bien sea de medios privados o de medios públicos, y éstos, a la vez, cumplen la misión que tienen y la responsabilidad social, legal y ética, de manera que se logre el gran propósito de la democracia informativa de contar con la diversidad y la pluralidad de medios para satisfacer el derecho a la información.

Y también debemos recordar que a través de los medios de comunicación, recibimos diversos mensajes. De manera que no sea solo el informativo, sino el de opinión o de juicio de valores, para conocer qué piensan los columnistas y los analistas del acontecer y de los actos del gobierno. El mensaje gráfico, porque las caricaturas tienen un rico contenido, muchas veces irónico y bastante crítico. Y los demás mensajes como el de humor, la poesía, la crónica, los informes especiales, las investigaciones y denuncias. En síntesis, poder contar con una auténtica democracia informativa para que los ciudadanos podamos formar nuestros propios criterios de la vida y también en algunos casos, poder tomar decisiones.

sábado, 18 de septiembre de 2021

 

EL PERIODISMO SIGUE DE LUTO

El luto sigue embargado al periodismo colombiano. Aunque la feria del libro, en Madrid, España, que empezó a mediados de septiembre, y tiene a Colombia, como país invitado, reconforta el ánimo de todos y nos devuelve el espíritu de entusiasmo, porque a pesar del sentimiento de dolor, tenemos que seguir viviendo, porque la vida se compone de alegría y de sufrimientos, de muerte y de nacimiento y de muchas otras circunstancias, algunas positivas y otras tristes.

Por eso, tenemos que referirnos a la muerte del poeta nadaísta X-504, o sea, a Jaime Jaramillo Escobar, y lo primero que hacemos es preguntarnos, ¿quién es este poeta, que deberíamos conocer, no solo sus contemporáneos, sino quienes hacemos parte de la vida literaria colombiana?

Jaime Jaramillo Escobar había nacido en Pueblorrico el 25 de mayo de 1932, muy conocido por los dos seudónimos de Papa Jaime y de X-504. Su vida académica muy rica, como poeta, de gran inspiración. Como Editor, para sacar las mejores publicaciones. Como tallerista para enseñar lo que algunos dicen que no es enseñable. Como Traductor, para permitir conocer otros textos.

Sobre JAIME JARAMILLO ESCOBAR, decimos que su obra se caracterizó por la ironía, el sarcasmo, los juegos paródicos, el lenguaje popular, la irreverencia, y el tono sentencioso con el que satiriza la sociedad, sus costumbres y sus instituciones”.

Recibió en 1967 el premio Cassius Clay de poesía nadaísta, con su libro Los poemas de la ofensa. También publicó Sombrero de ahogado (1983), y Poemas de tierra caliente (1985). Fue Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus. Premio de poesía Universidad de Antioquia. En su Antología Selecta (1987), incluyó poemas de dos libros inéditos: Poesía revelada y Poesía pública.

Y el viernes 10 de septiembre de 2021, murió en Bogotá ANTONIO CABALLERO. No encontramos palabras ni calificativos para nombrarlo, poque fue una pluma ágil para el periodismo, el reporterismo, la literatura, la historia, la caricatura, y en general, para narrar, con su estilo propio, muy lleno de ironía y provocador de la reflexión para no tragar entero.

Recordamos que nació en Bogotá, en 1945, de una familia muy ligada a la élite intelectual. Su padre, el reconocido escritor Eduardo Caballero y su madre, Isabel Holguín, también de linaje académico. Sobrino de Lucas Caballero, muy conocido por su seudónimo Klim, cuyas columnas hacían temblar al establecimiento colombiano y sacudir a la academia. Su hermano, Luis Caballero, fue un destacado pintor.

Su bisabuelo, Miguel Antonio Caro, que fue presidente en la época de la regeneración que comandó Rafael Núñez. Por su cercanía con él, su pluma quedó grabada en los textos de la Constitución de 1886 y en la Academia Colombiana de la Lengua, que dirigió. Es decir, su árbol genealógico está lleno de personas que sobresalieron en distintas disciplinas, entre quienes debemos recordar a su primo Agustín Nieto Caballero, gran educador y formador de generaciones, desde el colegio Gimnasio Moderno.

Una de sus grandes aventuras, diríamos más bien, una de sus grandes obras, fue su activa participación en la revista “Alternativa”, una experiencia periodística que tuvo como lema, empezar a pensar es empezar a luchar. Fue jefe de redacción de la revista. En ella escribieron las mejores plumas, encabezados por Gabriel García Márquez y Enrique Santos Calderón.

En El Espectador, también estuvo vinculado, cuyas columnas eran esperadas con especial interés. Igualmente, en la revisa Semana, sus escritos eran adornados con momentos históricos, con especial énfasis en la crítica a la institucionalidad. Es autor de la novela de ficción, Sin remedio, que cuenta las aventuras y las desdichas de Escobar, que era un poeta frustrado en la ciudad de Bogotá de los años 70. ÉL la definió como «una novela sobre lo difícil que es escribir poesía». Para seguir lamentando la muerte de estos dos hombres de letras, tendríamos que extender y bastante. Por eso, esa tarea se la dejamos a nuestros queridos lectores.