martes, 17 de agosto de 2021

 

EL INTERNET COMO SERVICIO PÚBLICO, ESENCIAL Y UNIVERSAL

 

Tenemos una noticia muy importante que compartir con todos ustedes y que deberá ampliarse lo más que sea posible, con varios comentarios. Se trata de contarles que por la Ley 2108 del 29 de julio de este año, se estableció en Colombia que internet es un servicio público esencial y universal.

Para hablar de internet, de manera que podamos comprenderlo en forma clara y elemental, tenemos que decir que estamos en el vasto campo de las telecomunicaciones que, en esencia, significan las comunicaciones a través de la distancia. Recordemos que hace muchos años, empezamos con el servicio de telefonía, cuando solo era posible las comunicaciones entre poblados no muy lejanos.

Poco a poco, se fue ampliando para abarcar a varios pueblos. Solo se transmitía la voz. También se contaba con la telegrafía para la transmisión de mensajes, pero escritos y breves. Para los medios de comunicación se tenía y se tuvo por muchos años, el servicio de los teletipos, que eran mensajes escritos, cuyos contenidos los ampliaba el periodista.

La radio fue otra gran revolución, que poco a poco alcanzaba grandes desarrollos. En las ciudades y en los pueblos, se creaban emisoras, cuya cobertura era limitada, y la mayoría transmitía mensajes religiosos, complacencias y música. Luego llegaron otros contenidos como las noticias y el humor.

Más tarde, nos llegó la televisión, que transmitía mensajes de voz e imágenes, pero en blanco y negro. A Colombia llegó y se inauguró el 13 de junio de 1954, para celebrar el primer año de gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla. Fue parte de la época, que conocemos como de la violencia entre liberales y conservadores.

La televisión, al igual que la radio, lograban grandes avances, con resultados positivos para las personas porque ya tenían instrumentos que les permitían mejor las comunicaciones.

Como todo en la vida ha sido y será un proceso científico y tecnológico, en el ya citado campo de las telecomunicaciones se alcanzaban grandes avances, pero en secreto y de la mano de los servicios secretos de los estados, que se vigilaban los unos y los otros, sobre todo, después de la segunda guerra mundial, y luego, el largo periodo de la guerra fría, con las grandes potencias, como eran entonces Estados Unidos y Rusia.

El surgimiento de la internet tiene lugar en la década del 60 y estando en plena guerra fría, que es cuando Estados Unidos crea una red exclusivamente militar, con el objetivo de que, en el hipotético caso de un ataque ruso, se pudiera tener acceso a la información militar desde cualquier punto del país.

Para entonces ya existían los computadores, aunque con un uso muy limitado. Por eso, nos podríamos extender mucho en la mera parte histórica, pero lo que nos proponemos es destacar que este enorme salto en la historia de las telecomunicaciones está unida a la internet, como el gran instrumento que ha hecho los cambios más grandes en todos los campos de la vida cotidiana, empezando por la casa, seguida del lugar del trabajo, en el estudio, en las oficinas y en todos los campos.

Y en el caso de Colombia, hace varios años, empezando por las universidades y entidades del Estado, se contaba con el servicio de internet. Hoy, es indispensable en todas las actividades. Por eso, la Ley 2108, dispuso establecer el acceso a Internet como uno de carácter esencial, con el fin de propender por la universalidad para garantizar y asegurar la prestación del servicio de manera eficiente, continua y permanente, permitiendo la conectividad de todos los habitantes del territorio nacional, en especial de la población que, en razón a su condición social o étnica se encuentre en situación de vulnerabilidad o en zonas rurales y apartadas.

Por eso, tendremos que ampliar los comentarios de esta norma, que, con toda certeza, serán muchos los beneficios que traerá porque está relacionada con el derecho a la información.

 

lunes, 19 de julio de 2021

 

LUTO EN EL PERIODISMO COLOMBIANO

 Esta semana, el periodismo colombiano está de luto. Se  nos fue el gran maestro, referente, paradigma y padre del reporterismo y de la investigación, Germán Castro Caicedo, de quien es mucho lo que tendríamos que decir, en especial, sobre su invaluable legado, que lo constituye todo su trabajo, que es una rica y amplia cantidad de obras, que resumen el enorme quehacer de una vida dedicada al periodismo y que fueron el producto de un reportero que recorrió el país, para investigar, documentar y difundir los muchos acontecimientos de una Colombia diversa, plural, contradictoria, pero a la vez, llena de esperanzas, así luego llegaran muchas frustraciones.

Gran parte de la historia de nuestra nación está en sus libros y en sus actividades periodísticas. Empezamos por recordarlo por el programa “Enviado Especial”, que empezó en 1962 y del que se emitieron 1018 capítulos, de media hora cada uno, y que por muchos años nos mostró y nos contó los sucesos, las vivencias, los problemas y demás situaciones de las regiones, de las fronteras de nuestra gran geografía, lo mismo que acerca de los personajes, algunos de ellos, hasta exóticos. De temas tan complejos como el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares, la brujería, la hechicería, la tierra, los baldíos, el contrabando, los migrantes. Esa es la pluralidad, la diversidad y las contracciones de Colombia.

Acerca de sus libros, que suman 34, recordamos con nostalgia, su primera obra, llamada “Colombia amarga”, cuya narrativa desgarradora por la forma como contaba una realidad, aparentemente, invisible, nos conmovió a quienes tuvimos la fortuna de leerla, porque la misma constituía una especie de abrebocas para anunciar el contenido de las siguientes obras.

Precisamente, como lo dijo él: “Más del 90% de mis libros han salido de titulares de prensa y televisión, como La muerte de Giaccomo Turra, Karina y mi alma se la dejo al diablo, historia que salió de una fotografía de El País, de Cali, y en la que duré cuatro años de investigación, porque buscar la gente en la selva es difícil”, recordó en aquel entonces, como lo afirma el periódico El Colombiano, en la página 24 de la edición de este viernes 16 de julio de 2021.

Aunque sea en forma muy breve, nos cuenta el periódico El Tiempo, también de este viernes 16 de julio, que “Castro Caicedo decía que su pasión por la crónica la comenzó a los 14 años, cuando leyó a los cronistas de EL TIEMPO y El Espectador de esa época. ´Gente como Camilo López y Germán Pinzón. Esos ´monstruos´ lo llevaban a uno prácticamente de la mano por todo el país. Luego empecé a estudiar. Descubrí que tenemos un legado de quinientos años de crónica en Colombia. Comenzó con los cronistas de Indias, que vinieron con los conquistadores españoles. América nació al mundo gracias a ellos y esta tradición se mantuvo en las nuevas colonias. En Colombia la crónica se catapultó en los años 80 y 90. Yo vengo de esta época”, recordaba.

En síntesis, German Castro Caicedo fue una pluma que jamás se superará. Por eso será siempre fuente para las actuales y las nuevas generaciones, en especial, para el periodismo de investigación y de denuncia, porque de verdad, sí que estamos urgidos de que haya muchos y muy buenos periodistas que se dediquen a investigar, en todos los campos de la vida nacional, porque necesitamos conocer con certeza qué pasa, por ejemplo, con la inversión de los recursos en obras públicas, necesarias para las comunidades, que quedan empezadas porque dizque se ha gastado todo el presupuesto. Luego tienen que hacerse adiciones, que se vuelven repetitivas, pero sin que las obras concluyan y las necesidades de las comunidades aumenten sin solución alguna. En esos casos tiene que haber denuncias.

Nos queda, entonces, rendir un homenaje de gratitud y reconocimiento al escritor, periodistas, investigador y gran maestro del periodismo y la literatura, Germán Castro Caicedo.


lunes, 14 de junio de 2021

LA VISITA DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS A COLOMBIA

Termina esta semana una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Colombia. Estaremos atentos a sus conclusiones porque son muy importantes, ya que permitirán conocer mucha información que, por diversas razones, no es de acceso para todo el público y, especialmente, para algunos medios de comunicación. Sin embargo, el tema de fondo consiste en las garantías que ha ofrecido el Gobierno Colombiano a los manifestantes y el comportamiento de éstos, en las marchas, muchas de las cuales han sido creativas al asumir comportamientos culturales, como conciertos, actos de teatro y disfraces.

Hasta allí, estamos ante un ambiente democrático, que permite expresar las razones de dichas marchas. Son como ventanas de escape, que permiten que sus palabras sean escuchadas por todos los participantes, y al mismo tiempo, que sean amplificadas por los medios de comunicación. De esa manera, estamos ante una comunicación pública, cuyo contenido, con seguridad, es por todos, compartido.

Si ese ambiente se mantuviera en todas las manifestaciones, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS que visita a COLOMBIA, no vería nada extraño. No obstante, cuando en las manifestaciones se lanzan piedras a la policía, cuando ésta responde con gases lacrimógenos y persigue a los manifestantes, pero, además, cuando utiliza algunas armas que, aunque se ha dicho no son peligrosas, en la práctica se ha demostrado todo lo contrario, cuyas consecuencias son en algunos casos, pérdidas de ojos, golpes en otras partes del cuerpo y hasta la muerte, la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS que visita a Colombia, tiene que ver situaciones muy graves y delicadas.

Cuando de las marchas salen personas que lanzan bombas incendiarias a la policía, que, en muchos casos, son quemamos. Cuando se causa daños a bienes ajenos y a bienes públicos. Cuando se paralizan servicios públicos esenciales como el transporte. Cuando hay bloqueos en varias vías, la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS que visita A COLOMBIA, tiene que ver situaciones muy graves y delicadas.

Por consiguiente, el tema central sobre los derechos humanos en Colombia, que todos pedimos que sean siempre respetados y que todos, siempre debemos respetar, y las garantías que debieron darse para las manifestaciones, será la verificación que haga la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS que visita a Colombia, que será una misión bastante compleja y que reclama la máxima imparcialidad, porque sus hallazgos, sean positivos o negativos, vincularán a las autoridades, en todos los órdenes, a los organizadores de las manifestaciones, a los participantes, a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general, porque están en juego, los choques o las colisiones de varios derechos fundamentales de todos los manifestantes, empezando por la vida.

De la claridad, el reconocimiento y las recomendaciones que haga la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS que visita a Colombia, seguramente, que ha de salir un conjunto de conclusiones para aplicarlas en nuestra vida cotidiana y en las relaciones que tengamos con los demás, y con las autoridades, y de éstas con nosotros y de nosotros con ellas. Y que ojalá todos seamos conscientes de cambiar, positivamente, el comportamiento con el otro, para vivir en paz con la diferencia, como parte esencial de la vida. 


martes, 18 de mayo de 2021

 

CONVOCATORIA NACIONAL POR LA PAZ EN COLOMBIA

Existe un dicho muy reiterado, sobre todo, por los historiadores y por el común de las personas, en el sentido, de que el que no conoce la historia, está condenado a repetirla. Y se complementa con la memoria que todos debemos tener, en el sentido, de recordar aquellos hechos que han dejado profunda huella en la sociedad y, en nuestro caso más específico, en Colombia.

El 7 de febrero de 1948, una marcha pacífica y silenciosa, recorrió el centro de Bogotá, una ciudad todavía, muy provinciana, con la participación de personas que llegaron de todos los rincones de Colombia.

Quien hizo la convocatoria fue el gran líder y movilizador de masas, JORGE ELIÉCER GAITAN, entonces, constituido como el gran jefe del partido liberal que había ganado las elecciones pero había perdido el poder, porque fue elegido presidente, para el período 1946-1050, el conservador Mariano Ospina Pérez, descendiente de una familia, perteneciente a dicho partido, que ya había tenido como presidentes a Mariano Ospina Rodríguez y a Pedro Nel Ospina.

Veníamos de una corta hegemonía del partido liberal, que había empezado en 1930, cuando Enrique Olaya Herrera ganó la presidencia frente a los contendores conservadores, el maestro Guillermo Valencia, y el hombre de armas, general Alfredo Vásquez Cobo. Y el partido liberal se mantuvo en el poder, como dijimos, desde 1930 hasta 1946, tiempo en el cual se hicieron grandes reformas sociales, económicas, laborales, culturales, educativas y políticas.

Estábamos viviendo momentos de gran efervescencia en toda Colombia. Es cuando se organizan movimientos, entre ellos, de los obreros, de los poetas, de los escritores y de los amantes el teatro. Surgen periódicos y revistas. Existe entusiasmo por el debate.

En diciembre de 1928, ocurre la matanza de las bananeras en Santa Marta, que originó una grave denuncia en el congreso por parte de Jorge Eliécer Gaitán. Son tiempos en que ya se vislumbran actos de violencia, sobre todo, entre grupos de conservadores y de liberales. Hasta la iglesia, por medio de algunos religiosos, interviene en el púlpito, no con los mejores sermones en favor de la paz y la convivencia entre todos los colombianos, sino que excomulga a periodistas que defienden las libertades públicas, entre ellas, la de cultos.

Sería muy extenso si nos detuviéramos en los distintos acontecimientos desde 1930 hasta nuestros días, para que concluyamos que hemos vivido muy pocas temporadas de paz y de tranquilidad. La mayor parte del tiempo, casi en violencia, como la que estamos viviendo con el actual paro, que empezó el 28 de abril y sigue, sin que se vislumbre su pronta terminación.

Este breve comentario nos lleva a una corta reflexión porque necesitamos la paz, y la paz en todos los pueblos y ciudades de Colombia. Que sea realidad, como dice la constitución política de 1991, artículo 22: la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

Luchemos porque tan trascendentales ideales se cumplan.

Y al mismo tiempo, recordemos las palabras que pronunció ese 7 de febrero de 1948, Jorge Eliécer Gaitán, como oración por la paz, pero ya no diríamos, “Señor Presidente Mariano Ospina Pérez, sino señor presidente, Iván Duque Márquez:

“Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria”.

Invitamos a leer toda la oración por la paz de Jorge Eliécer Gaitán, que cobra hoy y mantiene siempre su vigencia, para rogar a todos los hombres y mujeres de Colombia, y a todos sus gobernantes, que necesitamos paz, pero paz con justicia social, porque el hambre, la falta de vivienda digna, de trabajo, de atención en salud y la carencia de miles de cosas elementales de la vida cotidiana a millones de colombianos, amenazan todos los días y con más rigor a los más de pobres de Colombia, que es un alto porcentaje de la población, que al unísono piden paz pero con justicia para todos. ¡Tenemos que escucharlos!

sábado, 17 de abril de 2021

 

 

HONROSA DISTINCIÓN POR LA PRESIDENCIA DEL CIPA

Con especial satisfacción comparto con los lectores, los anunciantes, los colaboradores y la dirección del periódico EL COMUNERO, la honrosa distinción que me ha hecho la Junta Directiva, recién elegida del Círculo de Periodistas y Comunicadores Sociales de Antioquia, CIPA, al designarme para ser su presidente en el período comprendido entre 2021-2023. Los demás integrantes son: Raúl Andrés  Berrio Villa, como vicepresidente; Daniela Ángel Madrid, como secretaria; Luis Carlos Madrid Gil, como tesorero; Henry Morales Henao, como vocal principal; como suplente, los escogidos son: Luz Stella Zea Toro, Édgar Romero Gutiérrez; Ignacio Guevara Martínez, Antonio Estrada Saldarriaga y Marina Henao Cano.

Para la nueva junta directiva constituye motivo de gran satisfacción nuestra elección, pero al mismo tiempo significa asumir grandes retos porque estamos ante una Institución que, en el 2022, celebraremos los 60 años de existencia, y por tanto, es un largo período de nuestra historia que cada día nos compromete más a un trabajo, orientado a muchas realizaciones.

Igualmente, porque tenemos varios frentes de trabajo que, en esencia, se resumen en la defensa y la promoción permanente del derecho fundamental a la libertad de expresión, en sus diversas formas de manifestarse. Porque no podemos ser indiferentes ante los múltiples acontecimientos, que suceden diariamente y que nos vinculan.

Al contrario, necesitamos mantener una actitud firme para fijar nuestra posición, siempre encaminada hacia los derechos a la defensa, a la denuncia, a reclamar de las autoridades, el cumplimiento de sus deberes. A los medios de comunicación y periodistas, que estén siempre comprometidos a investigar, informar y denunciar los actos que afecten a nuestra sociedad. Y ser siempre y oficiosamente, defensores de nuestro estado social, de derecho y democrático, para que el derecho a la información se consolide día a día.

Por consiguiente, en la medida en que vayamos avanzando en proyectos, al mismo tiempo, mantendremos enterados a todos ustedes, a las instituciones, a los colegas, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, sobre cada uno de ellos y su desarrollo y su pertinencia con el CIPA.

También impulsaremos la política de aumentar nuestras relaciones con otras entidades, para intercambiar iniciativas con ellas, de manera que en forma solidaria avancemos hacia el futuro, que es ya.

Asimismo, es necesario que vinculemos nuevos asociados, para que ellos aportar sus ideas a la Institución, y para ir formando las generaciones de relevo, que deberán seguir con nuestra Entidad, que es un gran proyecto, además de periodístico, cultural en nuestro medio. 

Con las anteriores expectativas, iniciamos la misión encomendada, con la certeza de que la cumpliremos más allá de nuestros esfuerzos colectivos.

 

 

 

 

sábado, 13 de marzo de 2021

 POR LA DEFENSA DEL HÁBEAS DATA

Todavía no es lo suficientemente conocido el derecho fundamental al hábeas data, a pesar de hacer parte de los derechos fundamentales que se encuentran en la Constitución Política de 1991, nuestra Carta Magna que está próxima a cumplir sus 30 años de vigencia. En esencia, el hábeas data consiste en el derecho que tiene cada persona de conocer, actualizar y rectificar los datos que sobre ella se tengan en bancos o archivos de entidades públicas  o privadas que por razón de sus funciones, debieron conocerlos y documentarlos. Este derecho se amplía para incluir más información sobre cada persona como la imagen, la figura, la fotografía y otros rasgos característicos, tanto de la parte física como de la parte intelectual, y que permitan su individualización. Al mismo tiempo, se garantiza a la persona para oponerse a la circulacion de sus datos y a que se dé un tratamiento distinto para el cual fueron requeridos.

Al respecto, es conveniente recordar que la Ley Estatutaria 1581 de 2012 es la correspondiente a la protección de los datos personales. Es una norma que debe ser estudiada detenidamente, porque comprende varios aspectos, todos alusivos a los datos de la persona, que empiezan por el nombre o la identificación, pero abarcan más información de cada uno de nosotros que ya dijmos cual es, la misma que debe ser protegida por quienes tienen tal deber de hacerlo, ya que en ejercicio de las funciones que cumplen, fueorn autorizados por la ley para su consecución.

En esta oportunidad, por razones obvias, solamente nos vamos a referir al cuidado que debemos tener al proporcionar los datos personales, espeialmente porque en esta pandemia, utilizamos más el teléfono, hacemos compras on line, realizamos transacciones bancarias, tenemos reuniones a través de plataformas y otras actividades. En todas ellas, nos identificamos, algunas veces nos piden la cédula, la dirección, el barrio y hasta la conformación de la familia. Cuando estas situaciones ocurren, estamos entregando datos llamados reservados o sensibles.

Ante las anteriores circunstancias, debemos ser muy cuidados, porque después nos llaman por el nombre y nos dicen los demás datos personales, como explicar que tenemos una cuenta en un banco determinado, con el número correspondiente, que tenemos deudas pendientes y nos dicen con quiénes y las cuantías y se ofrecen como intermediarios para muchas gestiones. Cuando ocurran tales hechos, con seguridad se han apropiado, en forma irregular de los datos personales y los han conseguido en alguna base datos, de una entidad autorizada para documentarlos. Nos tocará acudir a las autoridades competentes, en esta ocasión, la Superintendencia de Industria y Comercio que, por medio de su dependencia que se llama La Delegatura para la Proteccion de Datos Personales, ejerce la vigilancia, la investrigación y aplica las sanciones que sean procedentes.

Recordemos que en la actualidad, contamos con muchas herramientas tecnológicas, de las cuales debemos hacer un buen uso, pero a la vez, tenemos que evitar que nos engañen, que nos suplantes y hasta que realicen actos en nuestro nombre como estafas y otros delitos. Estamos ante un asedio permanente. Precisamente, sobre esta materia contamos con un estudio de la SIC, que llegó a esta conclusión, publicada en el periódico El Tiempo del jueves 11 de marzo de 2021, página 12, que die:

"La Delegatura de Protección de Datos Personales de la SIC decantó los resultados del estudio y estableció que el 60.9 por ciento de las organizaciones noi tienen controles de seguridad en la tercerización de servicios para el tratamiento de la información personal.

" Y la cifra es preocupante si se tiene en cuenta que de ese universo, tanto en el sector público como el privado, el 41.7 por ciento no tienen Encargdos de Tratamiento. Esto signfica que han tercerizado servicios en el tratamiento de los datos personales.

"La SIC ha sacado varias directrices para ayudar a las empresas a levantar dique de protección. Pero la ley es clara y, además de las alertas, se prevén millonarias multas. Y en caso de que se trate de teemas de suplantación yrobos, la justicia penal entra a actuar". 

 

martes, 16 de febrero de 2021

 DOS CUMPLEAÑOS PERIODÍSTICOS

Estamos muy satisfechos porque celebramos a principios de 2021, dos cumpleaños periodísticos. Corresponden a las fechas del 30 de enero y del 6 de febrero. En el primer caso, tenemos al periódico EL TIEMPO de la ciudad de Bogotá. Y, en la segunda fecha, está el periódico EL COLOMBIANO de Medellín. Ambos acontecimientos podemos relacionarlos con la fecha histórica y clásica del periodismo colombiano, que es el 9 de febrero, aunque la Ley 1016 de 2006, lo consagra el 4 de agosto, como un homenaje al llamado precursor de la independencia, Antonio Nariño, traductor y difusor de los derechos del hombre y del ciudadano, proclamados en la revolución francesa de 1789.   

Es, pues, el momento oportuno para una corta reflexión, que cada día cobra más importancia y trascendencia, alusiva al papel que cumple el periodismo en nuestra sociedad, asunto que a la vez tiene vínculos con los gobernantes, los derechos humanos, la democracia, la paz y, en general, con la situación que vivimos en Colombia, que por ser tan dinámica, especialmente, por los acontecimientos inesperados que ocurren todos los días y los que están previstos sucederán muy pronto, como es el proceso electoral para renovar el congreso y elegir el próximo presidente de la república, hechos que originan grandes expectativas. 

Por tanto, el gran interrogante que nos formulamos, constantemente, es el que tiene que ver con el papel del periodismo, no solamente para contar y documentar la noticia, sino para estimular el ejercicio del derecho a la libertad de expresión, que permite la difusión de los juicios de valor de quienes aportan con sus análisis al acontecer diario y sus consecuencias. Porque no es suficiente con estar enterados de las noticias, sino que también es indispensable escuchar a otras voces, que, con suficiente autoridad, expongan sus puntos de vista y hasta que propongan recomendaciones a las autoridades competentes para hacerle frente a cada suceso que tiene impacto en la vida cotidiana.

Por ejemplo, estamos viviendo las consecuencias del coronavirus 19, y la aplicación de las vacunas que están próximas a llegar al país, cuya información orientadora es esencial, con el fin de facilitar un proceso se pueda realizar sin mayores dificultades. A la vez, está el debate sobre el regreso a las aulas de clase, en todos los niveles de la educación, con el empleo del método de la alternancia que posibilite que el desarrollo de un derecho tan vital como es la educación, pueda cumplirse con cierta normalidad y que poco a poco se vaya superando el presente momento, que, a pesar de todo, es muy complejo porque reclama también la participación de los padres de familias, al lado de los educadores y de los funcionarios correspondientes.

Para tener en cuenta solo este panorama, somos conscientes de que la misión tan indispensable de los medios de comunicación, siempre tiene que estar comprometida al servicio de toda la sociedad, y entender que en la medida en que su tarea se cumpla fielmente, en el sentido de informar adecuada, oportuna y completa, somos todas las personas las beneficiadas.

Precisamente, al celebrar los dos cumpleaños antes mencionados, nos permite expresar con toda sinceridad y alegría, las felicitaciones a todo el personal periodístico y administrativo de EL TIEMPO y EL COLOMBIANO, porque han cumplido fielmente el contrato social tácito de desarrollar toda su capacidad intelectual, para informar, de manera competente a todos sus lectores y lo seguirán haciendo, porque es tal fundamental ese deber, que jamás se desmayará en su realización. En otras palabras, será por siempre y con el transcurso de los días, como ese gran garante.