EL
DERECHO A LA INFORMACIÓN EN LOS PROCESOS JUDICIALES
Llevamos varias semanas
con permanentes noticias sobre procesos judiciales contra personas que son o
fueron altos funcionarios de la rama judicial. Algunos ya detenidos, entre
ellos, el exmagistrado y expresidente de la Corte Suprema de Justicia y
exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura Francisco Javier Ricaurte
Gómez, cuya elección fue declarada nula por el Consejo de Estado, y el exfiscal
anticorrupción Luis Gustavo Moreno Ocampo. Las otras investigaciones incluyen
al exmagistrado y expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Camilo
Tarquino; al exmagistrado, José Leonidas Bustos Martínez, y al magistrados Gustavo
Malo Fernández, quien continúa ejerciendo, a pesar de las voces de algunos
magistrados de la Corte Suprema de Justicia que le han insinuado que se aparte
de sus funciones para que facilite su defensa, pero ha decidido continuar
alegando su inocencia.
Las mismas
investigaciones vinculan a miembros del Congreso, como a los senadores Musa Abraham
Besayle Fayad, y Hernán Francisco Andrade Serrando; y al exgobernador de
Córdoba Alejandro Lyons. Y podríamos ampliar la lista de otras investigaciones,
pero, por el momento, ese no es nuestro propósito. Solamente pretendemos destacar,
así sea un tema muy recurrente, la función tan esencial de periodistas y medios
de comunicación, pero dentro de un sistema garantista como el nuestro, que ha
permitido que se conozcan, aunque seguramente faltan más datos, estos casos tan
graves de corrupción, que es un cáncer que afecta profundamente parte de
nuestro sistema de administración de justicia. No quisiéramos pensar que en las
otras áreas jurisdiccionales estén sucediendo situaciones similares, porque si
ello ocurriera, sin que nos expresemos en exceso pesimistas, habría que aplicar
la expresión tan socorrida y popular que dice: “apague y vámonos”.
Sin embargo nos queda el
consuelo de que son muchos los otros sectores de nuestra sociedad que trabajan
todos los días porque se superen muchos de los
problemas de nuestra sociedad. Están, por ejemplo, las universidades,
los centros de investigación, las empresas en los distintos campos de la
actividad nacional, el turismo, los trabajadores, los empresarios, los
sindicalistas, la iglesia y en fin, también es una lista largo.
No obstante, debemos
detenernos, valorar y reconocer que gracias a los periodistas y a los medios de
comunicación, con seguridad, más temprano y continuamente, conoceremos mucho
más sobre los comportamientos irregulares de los llamados delincuentes de
cuello blanco, que con certeza, serán muchos. Ahora, frente a ese cúmulo de
noticias tan negativas que llegarán de todo el país, debemos saber que también
son muchas las acciones que se cumplen desde otras instituciones que luchan
porque haya más transparencia en las gestiones, tanto del Estado, como de las
empresas privadas. Por eso, pensemos que una de las formas de combatir la
corrupción es por medio de las denuncias, seguidas de las investigaciones
eficaces de las autoridades competentes, de manera que prontamente se conozcan
resultados y se tomen medidas preventivas que evitarán nuevos actos de
corrupción.
En esa tarea de
investigar y contar lo que está pasando en nuestro medio, es la que nos permite
a los ciudadanos están enterados de noticias, a pesar de ser tan negativas, y
de esa manera, ejercer nuestro derecho a la información en los procesos
judiciales.
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