lunes, 23 de abril de 2012

"CON VOLUNTAD DE PERMANENCIA" Con este titular, el periódico El Tiempo, en su editorial del domingo 22 de abril de 2012, fija su posición, como medio de comunicación ante la nueva empresa que lo adquirió, en manos de la organización Luis Carlos Sarmiento Angulo. Antes de referirnos a su contenido, es conveniente recordar que en nuestra obra: Los Periodistas y el Derecho a la Información en Colombia, en el Capítulo I de la seguna parte, nos referimos al fenómeno comunicativo que llamamos El Proceso Informativo. Decimos que éste, "es la forma práctica de hacer realidad la satisfacción del derecho a la información, que se compone de cinco elementos, los cuales tienen la característica de sr universales. En Colombia, están debidamente reconocidos por nuestras normas constitucionales y también los encontramos desarrollados, en forma más minuciosa, en normas legales y reglamentarias. (...)". Aunque sea sólo en forma breve, citamos los cinco elementos, que son los sujetos: universal, cualificado y organizado; las facultades: investigar,difundir y recibir; los mensajes: de hechos -o informativos, o noticiosos-, los de juicio de valor u opinión, los de ideas o ideológicos, y otros; los medios: impresos, sonoros, audiovisuales, los que exhiben; y el Estado y sus garantías. En esta oportunidad, vamos a hacer alusión al medio impreso: el periódico, en este caso, El Tiempo, de Bogotá. Apartes esenciales del editorial, dicen: "(...). Tal como ha sido la constante, el cambio de socio mayoritario no afecta en nada la independencia de nuestros medios para reportar u opinar todos los días sobre todos los temas. La responsabildiad de los periodistas, entonces, deberá seguir siendo con su audiencia. Dicho lo anterior, es bueno recordar que la CEET tiene un compromiso ineludible con las instituciones democráticas de Colombia y que continuará batallando contra los múltiples males que la aquejan. Igualmente, renovamos los votos de pluralismo expresados en diferentes oportunidades, con el fin de darles cabida a las diversas voces que existen en un país variado, en donde abundan múltiples puntos de vista. Defenderemos el sistema económico de libre empresa, pero también la capacidad de regulación del Estado y la necesidad de construir una nación mucho más equitativa, en la cual las oportunidades sean iguales para todos". La cita anterior nos sirve de fundamento para pensar que El Tiempo, que lleva 101 años de trabajo, en muchas ocasiones, en medio de grandes dificultades, sobre todo, de orden político, pero ya superadas, deberá mantener una postura que se inspire en los ideales de la clásica democracia liberal, para que como órgano que significa y representa una gran corriente de opinión pública colombiana, siempre separe los dos conceptos de empresa: la mercantil y la periodística o intelectual. De la primera, que se encarguen quienes tienen el manejo administrativo, financiero y en parte el ideológico, pero este último, muy ligado a los principios filosóficos de un Estado Garantista, que brotan del proceso que ha recorrido el Estado Liberal de Derecho hacia un Estado Social, Constitucional y Democrático, que orienta todo su quehacer hacia valores como la justicia, la verdad, el bien común. Por tanto, quienes tienen a su cargo, la empresa periodística o intelectual, deben tener suficiente claridad acerca de que las grandes responsabilidades en lo social, en lo ético y en lo jurídico, solamente se consiguen y se mantienen, cuando se tiene y se defiende una postura, cuyo gran referente sea la sociedad, adecuada, libre y pluralmente informada y orientada. En estos términos, tan cortos pero concretos, es como aspiramos, esperamos y confiamos en que será la conducta de quienes tienen en sus manos, la dirección del periódico El tiempo.

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