lunes, 28 de febrero de 2011

El lenguaje vulgar en ciertas emisoras

La radiodifusión, como medio de comunicación, tiene especiales características que la diferencian de los demás, en la difusión de mensajes, entre ellas, que es instantánea y rompe fronteras físicas. Por tanto, su eficacia es demostrada todos los días. Tan importantes condiciones, deberían aprovecharlas más, en el sentido positivo y jamás en lo negativo. Por eso, en esta oportunidad, la reflexión tiene como punto central, referirnos al lenguaje vulgar que emplean algunos locutores y directores de programas en algunas emisoras. Por fortuna, no son todos los locutores, ni directores de programas, ni todas las emisoras, porque en tan hipotético caso, habría que emplear la expresión coloquial que dice: ¡apague y vámonos!

Los locutores y directores de espacios que utilizan expresiones vulgares, sobre todo, cuando se trata de entrevistas, en la mayoría de las veces, son quienes insisten en dar un sentido diferente al significado natural de una palabra que utiliza la otra persona con quien conversan. Otras veces, agregan términos para complementar la idea que creen quedó incompleta en la charla. Por ejemplo,una mujer llama y cuenta que está aburrida y muy triste. Al otro lado le preguntan por qué razones y ella contesta que el amigo que tenía se fue y le dejó una pena muy honda. El locutor agrega que si la pena es muy honda fue porque aquel hombre se lo hundió muy profundo. Y así empieza a interrogarla por el comportamiento del amigo que se ausentó. Indaga por la frecuencia en que la incitaba, cómo hacía el amor, las fórmulas que empleaba, la manera y capacidad de satisfacerla, la dimensión de su órgano y ... hasta saber si ella ya consiguió otro amante y las diferencias en las prácticas sexuales de éste con el otro.

En resumen, estamos en un ambiente radial que para nada contribuye a formar personas que hablen el lenguaje normal. Por eso, es hora de pedirle a las autoridades del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que prontamente, reglamenten la Ley 1341 de 2009, en los aspectos relacionados con la radiodifusión, de manera que en todas las emisoras se emplee el lenguaje apropiado para expresar los mensajes y que éstos constituyan aportes para el buen hablar. No podemos olvidar que en Colombia, hemos tenido fama de usar el lenguaje más pulcro, más castizo y más preciso para cada asunto.

Tampoco podemos olvidarnos de las funciones que tienen todos los medios de comunicación, pero en especial, la radio, frente a la sociedad, con la cual tiene un contrato tácito de servirle para que ella satisfaga el derecho a la información.

Asimismo, que es su deber de respetar los derechos fundamentales de todos, alusivos al buen nombre, a la honra, al honor, a la dignidad y a la imagen, entre los que citamos.

Por consiguiente,hacemos eco de las quejas y reclamos de muchos oyentes y pedimos reflexionar un poco, sobre el gran compromiso social de servir a la comunidad, con el uso del lenguaje apropiado para cada material, de manera que aquella tarea de educar se cumpla a cabalidad. Porque la libertad de expresión, en los medios de comunicación, no significa usar el lenguaje como se quiera, ni para ofender, insultar y causar daño a los demás. El idioma es la herramienta para estrechar y fortalecer los lazos con las demás personas, y hacerlo siempre, en forma respetuosa.

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