miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Cómo informar sobre las tragedias?

Estamos viviendo en Colombia una situación bastante delicada por el invierno que soportamos hace varios meses y parece, según los expertos, que se va a extender por un tiempo todavía largo. Las consecuencias diarios del exceso de agua, las conocemos todos los días por las noticias que nos proporcionan los distintos medios de comunicación. Ante tan graves hechos, nos debemos preguntar: ¿cómo deben informar los medios?

Dicha pregunta nos debe llevar a una reflexión seria sobre las funciones tan importantes que cumplen los profesionales del periodismo y de las comunicaciones, especialmente, cuando los hechos los constituyen las tragedias que afectan en forma despiadada a muchas personas. Pensemos, por ejemplo, en las inundaciones de casas, en horas de la noche, cuando las personas están descansando y, en forma casi inesperada, los despierta el agua, que los rodea por todas partes. También en las pérdidas de cosechas, de animales y, cuando en otras ocasiones, es la muerte de nuestros seres queridos que, inermes, son sepultados por enormes cantidades de tierra, lodo, piedras y todo cuando objeto arrastró el desbordamiento de una quebrada o de un gran río. Y después viene el drama de su rescate.

El dolor, los padecimientos, las enfermedades, las privaciones de alimento y de los más elementales necesarios para vivir, en la mayoría de las veces, son parte de las consecuencias que viven muchas compatriotas en estos momentos.

Precisamente, frente a tales acontecimientos, quienes tienen la tarea de informarnos, deben estar atentos y ser muy cuidadosos, respetuosos y prudentes para averiguar, fotografiar, filmar y, en general, conseguir el material para luego difundirlo.

Por tanto, apoyados en la ética y en las normas legales, debemos afirmar que siempre habrá que observar el máximo respeto hacia las víctimas, sobre todo, cuando se dialogue con ellas, para averiguar por los daños sufridos, por las necesidades que tienen, por las pérdidas irreparables de sus bienes y hasta de sus seres queridos. Igualmente, para grabar la conversación, para mostrarnos los desastres de las tragedias, y para exhortar a los oyentes, televidentes y lectores a la solidaridad, de manera que un esfuerzo colectiva, permita superar, así sea parcialmente, las privaciones que tienen las personas que sufren las consecuencias del invierno.

En síntesis, informar la verdad, respetar los derechos y el dolor de las víctimas, no convertir estas tragedias en mensajes espectáculos, y convocar a los ciudadanos para que, por medio de entidades serias, como la Cruz Roja, apoyemos la tarea humanitaria de brindar solidaridad a tantas víctimas. Y pensar, que después de estos momentos, será indispensable un vasto plan de recuperación de viviendas, de servicios públicos de agua y de energía, seguir con la reparación de vías, ... en fin, juntos, mediante organizaciones comunitarios y con el gobierno, como gran director de un trabajo mancomunado, unirnos en un gran plan de: ¡manos a la obra!, en pro de los colombianos que hoy sufren tanto. Y, no nos podemos olvidar, del aporte tan valioso y necesario de los medios de comunicación, en manos de profesionales muy competentes para trabajar todos, juntos, tras una causa muy noble.

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