¡PAUSA
NECESARIA!
El mes pasado, comenzamos
unos comentarios que consideramos muy importantes porque se referían a las
telecomunicaciones, concepto que es bastante amplio y presente en la vida
cotidiana, aunque muchas veces pasan inadvertidas, como el uso del teléfono,
con las muchas y positivas aplicaciones y servicios que tiene y sus
renovaciones permanentes que nos permiten estar en contacto y en tiempo real
con todo el mundo. Sin embargo, en esta oportunidad, es necesario que hagamos
alguna pausa, para que insistamos en que requerimos ser conscientes de que estamos
viviendo momentos muy difíciles y complejos, sobre todo, en el ambiente político,
que se expresa en atentados, casi que indiscriminados que, todos debemos rechazar
y decir al unísono: ¡basta, ya!
Tal exhortación es una
solicitud muy respetuosa a todos, sin diferencias ni creencias, sino en defensa
del primer derecho que tenemos y que es fundamental, como es la vida, que es
una experiencia única y que jamás volverá a repetirse.
Todos sabemos que el próximo
año, tendremos dos acontecimientos políticos, que son y seguirán siendo tradiciones,
aunque infortunadamente, muy ligados con la violencia. Nos referimos a las
elecciones para el congreso, que comprenden la cámara de representantes y el senado,
en el mes de marzo, y el 31 de mayo, la primera vuelta para elegir presidente
de la república. Por eso, en lo que resta de 2025 y los primeros meses y días
de 2026, serán muchas las actividades de campaña electoral que se realizarán en
todo el territorio colombiano. Y sabemos que hay espacios geográficos, a donde hasta
es casi que imposible que llegue el Estado, por medio de la fuerza pública. Igualmente,
que los discursos de los candidatos tienen contenidos que deberían orientarse a trabajar por las grandes y necesarias transformaciones
que son urgentes y se han acumulado por muchos años.
En síntesis, que los
aspirantes políticos, cuando se estén comunicando y pidiendo y convenciendo
para lograr el apoyo que piden, que lo hagan a través de palabras que inviten a
la convivencia pacífica, aunque tengamos diferencias, de distinto orden, pero
siempre sin violencia, en este caso, verbal, sino que las palabras sean
llamados a mantener posiciones siempre muy respetuosas con el otro, porque siempre
tendrá que haber diferencias entre nosotros, pero que sean apenas lo natural y lo
normal de la vida, ojalá de toda sociedad.
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