miércoles, 15 de abril de 2020


LOS EFECTOS PERVERSOS DE LOS MENSAJES FALSOS EN LA CUARENTENA

Durante los días de la cuarentena que se tiene prevista hasta terminar el domingo 26 de abril de 2020, son muchos los mensajes falsos que se han difundido por las redes sociales y han causado bastantes perjuicios a las personas que, actuando de buena fe, creen en sus contenidos y los atienden en forma casi que inmediata. Por eso, tanto las autoridades como las instituciones y las personas serias y sensatas, han advertido de manera constante y con ejemplos, que antes de creer en ellos, es necesario confirmarlos para evitar engaños, estafas, defraudaciones, robos, suplantaciones y una serie de afectaciones a quienes actúan sin detenerse a pensar y consultar antes de atender el llamado.

Tales mensajes, que se invocan en ocasiones, como parte del ejercicio de la libertad de información, que es parte de un sistema democrático, es una gran falacia, porque todos los mensajes, como lo establece el artículo 20 de la Constitución Política, entendidos como información, deben ser veraces e imparciales, ya que la verdad es su requisito esencial. Por tanto, cuando se trata de mensajes que son falsos, los mismos violan las garantías que tenemos y se encaminan hacia la comisión de posibles delitos. De entrada, hay vulneración el mandato de difundir información cierta, plural y diversa, que debe ser investigada y sancionada ejemplarmente por las autoridades competentes.

Podríamos extendernos más en consideraciones, acerca de los grandes y hasta irremediables perjuicios que se causan a las personas ingenuas. Lo que pretendemos con esta corta reflexión es llamar la atención, para que no solamente en el momento presente, sino siempre, seamos personas precavidas y en toda oportunidad, dudemos de mensajes que hagan ofertas poco comunes o más allá de una atractiva oportunidad, bien sea de negocio, de pago de intereses por el dinero que se entregue en depósito, de los datos que pidan para confirmar cuentas bancarias, de convocatorias de empleos bien remunerados y que exijan previas consignaciones para el trámite, o hasta de avisos de procesos judiciales, como ser denunciado por delitos que jamás se han cometido, o de embargo de los dineros y bienes, u otras formas de asustar al receptor del mensaje.

Por eso, antes de actuar, el primer paso que debemos dar, es acudir a las entidades o a las autoridades correspondientes, para que sean ellas, quienes nos brinden la asesoría y hasta el acompañamiento necesarios para no ser víctimas de engaños. Pero jamás, proceder inmediatamente a diligenciar documentos o proporcionar datos que se han solicitado o responder requerimientos, porque con toda certeza seremos estafados.

En conclusión, durante el tiempo que falta para que termine esta cuarentena, y también como pauta de conducta permanente, siempre debemos ser personas cuidadosas, celosas y dudemos de mensajes que pretendan inducirnos a conductas que podrían afectarnos gravemente. 

      

         




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