DIÁLOGOS REGIONALES VINCULANTES
Aunque corramos el riesgo
de equivocarnos con nuestra siguiente apreciación, nos atrevemos a decir que
durante los ochos años de su gobierno, el entonces presidente de la república, ÁLVARO
URIBE VÉLEZ, mantuvo los consejos comunitarios, que eran reuniones en ciertos
municipios de Colombia, con el fin de conocer mucha de la problemática de aquellas
comunidades y adquirir compromisos del gobierno nacional en su solución. Tal
ejercicio fue exitoso desde la perspectiva de lo que es la comunicación pública,
entendida como un diálogo del gobernante con los gobernados. Y agregamos porque
en una democracia, como la concibe nuestra Carta Magna, de ser Colombia, “un
Estado Social de Derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada,
con autonomía de sus entidades, democrática, participa y pluralista”, requiere de
su cercanía con sus autoridades con el pueblo, y ello se logra a través de la
comunicación, no la clásica que llaman de doble vía, sino la multidireccional,
porque abarca a todas las personas, sin diferenciación alguna, con la posibilidad
de ejercer controles sobre los compromiso gubernamentales.
Esta corta introducción es
para referirnos a la primera alocución del presidente GUSTAVO PETRO, que tuvo lugar
el pasado miércoles 14 de septiembre de 2022. Es un acto de gobierno, que de
manera clara es una forma de comunicación pública, porque está contando qué
está haciendo el gobernante, qué planes tiene en marcha y cuáles puede tener en
proyección.
Por ejemplo, anunció que el
viernes 16 de septiembre, se iniciaban los diálogos regionales vinculantes, en
el municipio de Turbaco, departamento de Bolívar, para estructurar el proyecto
de lo que será el Plan de Desarrollo del actual gobierno, que debe estar
aprobado por el Congreso a principios del próximo año.
Tal estrategia de
diálogos regionales vinculantes, explicó el presidente Petro, que los llama mandatos
soberanos, hacen parte del objetivo final, que es alcanzar un entorno de paz
total, y será un recorrido estatal por 50 territorios del país para conocer las
necesidades de sus pobladores. La información que se recaude en las regiones,
que son como propuestas, pasarán luego al estudio del gabinete ministerial.
Recalcó que su gobierno es de cambio, por decisión del pueblo que lo eligió y
así se cumplirá.
En forma expresa dijo que,
en todo el gobierno, “empezamos a recorrer el país, a ir donde los gobiernos
nunca habían llegado. Nos abrimos a escuchar a todos los sectores: desde los
ciudadanos más pobres y las autoridades regionales hasta los empresarios”.
Hizo especial énfasis en
que su gobierno es un gobierno de puertas abiertas de par en par para la gente.
Que nació de la voluntad popular y de esa voluntad popular también nacerá el
proyecto más ambicioso, que es el PLAN DE DESARROLLO, que es la ruta que guiará
la acción del Estado, que comprende los compromisos de los próximos cuatro
años.
Y consideró el jefe de
Estado, que llegó el momento para escuchar la voz del país, de los jóvenes, las
viejas y los viejos sabios, los trabajadores, los empresarios, las mujeres, los
negros y los indígenas. Por eso, llamó a participar de los diálogos regionales
vinculantes.
Nosotros agregamos, que
tal estrategia, es una forma clásica y necesaria de devolverle el habla al
pueblo, como lo dijo tantas veces el escritor uruguayo, Eduardo Galeano,
defensor a ultranza de la palabra del pueblo, que debe ser escuchada por todo
el mundo, antes que hablarles sobre temas que no conocen o no son de su
interés, especialmente por las autoridades y gobernantes. Esa es la verdadera
comunicación pública, que deja de ser de doble vía para convertirse en
comunicación multidireccional, con efectos muy positivos para las comunidades
que las ejerzan. Ojalá tal postura se mantenga, de manera que después de cada
intervención del presidente, podamos hacer comentarios y corroborar si esa
estrategia de comunicación pública es eficaz, como debe serlo, como parte de un
sistema democrático, como pretendemos que se observe en Colombia, pero que sea
real y verdadera.