domingo, 19 de noviembre de 2017


LA CONSULTA DEL PARTIDO LIBERAL Y LOS COSTOS DE LA MISMA

Las democracias más avanzadas del mundo, siempre cuentan con mecanismos serios y eficaces que les permiten consultar a los ciudadanos sobre asuntos de interés colectivo, entre ellos, por ejemplo, los mecanismos para que los partidos y los movimientos políticos acudan a las urnas para indagar a los votantes cuál de sus precandidatos tiene mayor acogida, con el fin de presentarlo oficialmente como el representante suyo en las respectivas elecciones. Por tanto, por tratarse de un proceso que es bastante costoso, es esencial y necesario que, previamente, se reglamente de una manera clara y concreta, con el fin de realizar estas consultas, siempre con el mayor provecho y en lo posible, con el menor costo.  

El argumento que exponemos, lo consideramos muy válido y por eso, nos atrevemos a hacer algunas sugerencias que están encaminadas a abrir un gran debate para que, con la participación de un número grande de personas naturales y jurídicas, se logren establecer las reglas de juego que garanticen un proceso democrático, que sea modelo en muchas partes. Las siguientes son las sugerencias:

1. Fijación o criterios para determinar que las consultas se hagan un mismo día.
2. Que previamente, los partidos y movimientos políticos, por medio de sus órganos, definan si tienen interés y se decidan a participar.
3. Instituciones del Estado, que sean garantes del proceso.
4. Respeto por los resultados.
5. Órganos vigilantes, tanto nacionales como internacionales.
 
Seguramente, surgirán nuevas iniciativas y, esa es precisamente la intención de lograr una participación muy amplia y con propuestas novedosas y que enriquezcan las normas que se establezcan, de manera que todos los que se vinculen al proceso de consulta, sean conscientes de la trascendencia de la consulta, la apoyen, la respeten y acepten los resultados. Consideramos que de esa manera se consolida un sistema electoral que, finalmente, permitirá que los elegidos, sean personas conocidas por los votantes y cuenten con el respaldo del partido o movimiento que tiene un gran compromiso con la sociedad para llevar a cabo un gobierno que cumpla los programas de la campaña electoral.

En este proceso es importante que haya también instrumentos que permitan a la sociedad, ser suficientemente enterada. Por ello, el Estado, a través de las dependencias competentes, se encargará de la difusión del proceso. Y al mismo tiempo, los medios de comunicación están en el deber de informar de manera pedagógica de las consultas, lo mismo que orientar a las personas, de manera que en forma consciente se tomen las decisiones que sean pertinentes. Porque solamente, contando con reglas claras y transparentes, es posible que la democracia, en el aspecto tan importante como es la escogencia de los gobernantes, sea cada vez, un proceso más garantista de cumplir con los propósitos de consolidar la gobernabilidad en toda una nación, y que de verdad abarque a todas las regiones.

Por consiguiente, no nos cansaremos de opinar y de expresar nuestras propuestas y nuestros pensamientos, porque de verdad en Colombia necesitamos más voces, para mayor deliberación, para más democracia, y para mejorar muchos de los asuntos de nuestra cotidianidad y que tienen relación con el interés público.






lunes, 6 de noviembre de 2017

REFLEXIONES SOBRE EL FORO: NOTICIAS FALSAS

Como estaba previsto, el miércoles primero de noviembre de 2017, se llevó a cabo el Foro: Noticias falsas. El gran reto del periodismo actual. Por eso, después de escuchar a los conferencistas, tanto nacionales como a los internacionales, nos quedan muchas reflexiones, todas aplicadas a Colombia, especialmente, frente a hechos de tanta trascendencia como el proceso de paz y las próximas elecciones para congreso y presidente de la república, y en el centro de todas las noticias están, obviamente, los medios de comunicación y su figura esencial, que es el periodista.

Un aspecto que en los momentos presentes tiene también una gran relación con las noticias, y sobre todo, con el reclamo de que sean siempre verdaderas, es el alusivo a las redes sociales y a la participación del público, o sea, de quien quiera, sin control alguno. En ese sentido, quedó claro que las redes sociales mueven muchísimos mensajes, entre ellos, lo que tienen que ver con los acontecimientos que generan noticias. En este caso, asimismo, quedó claro que muchas de la información sobre noticias, en la mayoría de las veces es falsa, incompleta, sin confirmación y casi siempre, afectan a las personas que originan tales noticias, porque sus derechos personalísimos son afectados sin que se logre rectificar y aclarar en forma oportuna y amplia y con los mismos efectos del primer mensaje.  

De allí, que los periodistas serios y los medios en los cuales trabajan, prefieren, primero confirmar y si es del caso informar después y no ser los primeros en informar y en seguida, tener que rectificar, porque tal conducta, le resta credibilidad y confianza en el público receptor. Precisamente, frente al valor confianza, se dijo que muchas personas, una inmensa mayoría, no tiene confianza en los medios de comunicación, porque consideran que no están diciendo la verdad. Igualmente, porque no están comprometidos con investigar profundamente antes de contar lo que sucede en la sociedad.

Por ello, la falta de rigor en los mensajes que recibe la sociedad, crea una confusión en la gente que le impide poder tomar decisiones claras, concretas y ceñidas a la verdad. Por ejemplo, en las elecciones en Inglaterra, el caso de Brexit, y las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y en Colombia, sobre el contenido de los Acuerdos de la Habana, que fue la negociación del gobierno con el grupo guerrilla de las farc, se dijo con mucha insistencia que los medios de comunicación, al informar de manera más emotiva en los titulares que con contenidos bien ilustrativos, contribuyeron a que se votara con la emoción transitoria y no con el espíritu de un entendimiento, lo suficientemente concreto. Por consiguiente, los resultados no fueron la expresión consciente de los votantes. En Inglaterra, sufragó gente joven, que no entendieron el alcance de su decisión y el significa de la separación de la Unión Europea. En Estados Unidos, se votó por un candidato que carecería de propuestas encaminadas a consolidar la democracia y en cambio, sus iniciativas eran racistas y de odio por los extranjeros. Y en Colombia, los mensajes para votar los Acuerdos de la Habana, fueron mensajes llenos de odio, de rabia, de rechazo a una posible entrega a la guerrilla y a la implantación de un régimen castro-chavista. Por eso, los votantes negaron la aprobación de tales acuerdos.

Por tanto, necesitamos, no solamente replantear el quehacer periodístico, que incluye el trabajo del periodista y la posición del medio de comunicación para asumir posiciones informativas frente a tanto acontecer local, nacional e internacional, que estén siempre ceñidas a la verdad, complementadas con la debida diligencia del periodista, en búsqueda de la confirmación de la noticia, de su verificación y contrastación otras fuentes, ojalá de origen diversos y plurales, para tener seguridad de que se ha hecho el mejor trabajo en bien de la verdad y de la sociedad.