domingo, 9 de abril de 2017

EL PERIODISMO SIGUE SIENDO EL PRIMER PODER

Como la realidad es tozuda, una vez más, frente a los acontecimientos recientes ocurridos en Venezuela, ha quedado demostrado que el poder que tiene el periodismo, entendido en la relación periodista-medio de comunicación, y necesariamente, dentro de un sistema democrático, sigue ocupando el primer lugar, situación superada y mantenida desde hace muchos años, y lo será ante la clásica estructura de las ramas del poder: legislativo, ejecutivo y judicial,  porque hasta la fecha, son los hechos, la situación que lo han demostrado.

Como recordamos, en Venezuela, el órgano legislativo es la Asamblea Nacional, elegida popularmente y de mayoría opositora al actual gobierno de Nicolás Maduro. Dicha Corporación ha tenido un enfrentamiento permanente con la rama judicial, en este caso, con el Tribunal Supremo, cuya sala constitucional ha decretado la invalidez de decisiones de mucha trascendencia, entre ellas, la que pretendía iniciar un proceso contra el presidente de la república. Las más recientes tienen que ver con la participación de tres miembros de la Asamblea, sobre los cuales se alega que la elección no tiene valor, a pesar de que están posesionados. Por esa razón, todas las determinaciones de la Asamblea Nacional, dice el Tribunal Supremo, carecen de valor. Tales situaciones han sido ampliamente difundidas  por los medios de comunicación, especialmente, por los internacionales, a pesar de la grave y constante censura del régimen.

Precisamente, como se dice en el lenguaje popular, "la tasa se llenó", cuando el Tribunal Supremo tomó dos decisiones que se consideran usurpación de funciones, consistentes en quitar el fuero del que gozan los miembros de la Asamblea Nacional, y la última sentencia, en despojar al Tribunal Supremo de la facultad de legislar y trasladar esa competencia a otro órgano, bien fuera el mismo Tribunal o al que éste designara.

Por fortuna, los medios de comunicación contaron al mundo la noticia de dichas decisiones, y al mismo tiempo, narraban las marchas de protestas en Venezuela, y los pronunciamientos internacionales que rechazaban tales medidas, lo mismo que el proceso que se sigue en la Organización de Estados Americanos, OEA, al régimen de Nicolás Madura, por desacato a la Carta Democrática que rige a los miembros de la OEA. Precisamente, el eco y la denuncia de los medios de comunicación, por fin tuvieron eco y efecto en el gobierno de Nicolás Maduro, que reunió a quienes manejan el poder y pidió revocar las dos citas sentencias, a la última de las cuales dijo la Fiscal General que quebraba el orden constitucional.

Pero como el régimen no cesa en seguir con sus atropellos, ahora es la Contraloría General de Venezuela, la que inhabilita por quince años al gobernador de Miranda, Henrique Capriles, líder de la oposición y excandidato a la presidencia de la república, seguramente, como otro paso, para evitar la próxima candidatura.

Ante estas circunstancias tan adversas, solamente queda el camino del papel de los medios de comunicación para seguir denunciando estos atropellos, con la esperanza de que cesen o si no que caiga el gobierno y se abra paso una alternativa que reoriente el país, hacia un verdadero régimen democrático, que llene de garantías a todos los venezolanos y respete los derechos de todas las personas que habitan en este martirizado país.

 


 

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