domingo, 6 de marzo de 2016




“COLOMBIA 2020, CONSTRUYENDO UN PAÍS”

 Consideramos que todo el periodismo colombiano debería comprometerse seriamente con esta propuesta del periódico El Espectador, porque somos conscientes de los días que se avecinan después del acuerdo con la insurgencia que se negocia en la ciudad de La Habana. Por tanto, y a pesar de las diferencias que necesariamente han de surgir, en un país, donde somos muy inclinados a ver más la parte negativa de las cosas que los aspectos positivos, será esencial que desde ahora, para que no se haga muy tarde, que sumemos voces en aportar ideas encaminadas, más que a construir el país, debería ser más para reconstruir el país, después de tantos acontecimientos que hemos lamentado a lo largo y ancho de Colombia y por tantos años.

A esta propuesta y sobre todo, para formular proyectos, deberían unirse las demás instituciones del país, de manera que sus sugerencias cuentan con una amplia difusión a través de los medios de comunicación que, en forma organizada, podrían tener unas reglas claras para enriquecer el debate. Porque no podemos ser indiferentes a lo que está por venir y son tantos los temas relacionados con la reconstrucción de Colombia, que no debemos esperar más tiempo para formalizar la manera de empezar a participar. Por ejemplo, los medios comunitarios, desde sus lugares de origen, podrían recoger las inquietudes de la comunidad, de manera que se haga también posible y realidad la vinculación de la comunidad, porque de esa manera, se construye tejido social, en beneficio de las propias organizaciones sociales.

Porque del periodismo, es mucho lo que podemos decir, frente a sus compromisos con la sociedad, para que ella reciba en forma adecuada la información que requiere, y sobre todo, cuando estamos ante una gran expectativa por saber cómo se plantea y se pretende desarrollar el posconflicto y el posacuerdo. En otras palabras, como dice el proyecto, necesitamos de una intensa y permanente campaña pedagógica para acercarnos a la comunidad.  Y en esa tarea, la información que se suministre, también debe estar orientada a superar las situaciones dolorosas vividas y a crear ambientes más saludables para que poco a poco, se vayan alcanzando los cambios que se propongan, todos dirigidos hacia el mismo fin: convivencia pacífica, en medios de las diferencias, pero sin violencia, para la reconstrucción que nos proponemos y para que alcancemos un país en otras condiciones y una población que se concientice y solidarice con la ruta trazada que, en esencia, va en la búsqueda incesante de la anhelada y esquiva paz.

Entonces, quedamos todos enterados de esta convocatoria. Ahora, como decimos coloquialmente, manos a la obra y sin desmayar un solo instante, porque las sumas de contribuciones será el gran soporte de esta iniciativa. Y que sean, entonces, los medios de comunicación, debidamente organizados, los que lideren este gran proceso, y abran puertas para la participación, la deliberación, la evaluación y el desarrollo de los distintos planes que se presenten y sean ampliamente conocidos.