domingo, 27 de noviembre de 2016


LOS DELITOS DE INJURIA Y CALUMNIA Y LA NUEVA LEY DE PEQUEÑAS CAUSAS

En los próximos días conoceremos la nueva ley sobre pequeñas causas o delitos menores, que pretende evitar que ciertos asuntos tengan un trámite dispendioso y extenso ante los jueces correspondientes y, como una forma de agilizar los procesos, la norma que pronto conoceremos, pretende, además de descongestionar los despachos judiciales, que los futuros procesos sean más rápidos y ojalá, muy eficaces, entendido en el buen sentido de la pronta y cumplida administración de justicia.

Un campo que tiene mucha relación con la actividad periodística es, precisamente, el que tiene que ver con los delitos contra el patrimonio moral, como son los delitos de injuria y calumnia. Primero y para una mayor ilustración, debemos recordar en qué consisten estos delitos. El de injuria, consiste en hacer imputaciones deshonrosas a una persona determinada. El de calumnia, consiste en imputar, falsamente a una persona determinada, la comisión de un delito.

Sobre ambos, es abundante la jurisprudencia que existe. Incluso se ha propuesto que pierdan el carácter de delitos y se conviertan simplemente en conductas sancionables económicamente. Y son muchas las razones para sugerir estos cambios. Porque en el caso de injurias, hoy, es bastante complicado demostrar cuándo una palabra tiene la carga y el contenido de una expresión que sea deshonrosa y qué se entiende por deshonrosa, porque con el transcurso del tiempo, las palabras amplían y hasta cambian el significado tradicional. 

Sin embargo, sobre el tema de los delitos de injuria y calumnia, consideramos que es la oportunidad para hacer un gran debate y, sobre todo, para profundizar más si deben mantener tal carácter o, si por el contrario, es hora de que la reforma sea más de fondo. Pero para al menos tener mayor ilustración, como lo acabamos de expresar, deberíamos hacer una deliberación muy amplia, de manera que las conclusiones permitan orientar mejor a los legisladores. Por tanto, no perdamos esta oportunidad y que sean las agremiaciones profesionales, la academia, los jueces, los investigadores, los medios de comunicación y los propios periodistas, quienes impulsemos esta idea, con la certeza de que podemos contribuir y bastante para que continuemos despejando el camino hacia el futuro. 

Por consiguiente, desde este portal, iniciamos la convocatoria, y esperamos que poco a poco, sumemos aportes para que la propuesta no quede en el aire, como pasa con tantos de buenos proyectos que se quedan en mero entusiasmo, a pesar de que bien vale la pena, hacer un esfuerzo y participar en este llamamiento.

Abrimos la puerta y seguiremos insistiendo porque es la única manera de hacer realidad, estas sugerencias que, finalmente, son de mucha trascendencia y permanecen quietas. 


 

lunes, 14 de noviembre de 2016

PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO SIMÓN BOLÍVAR 2016



PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO SIMÓN BOLÍVAR 2016


Como es costumbre, cada año, por esta época, conocemos los ganadores del PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO SIMÓN BOLÍVAR, que se ha constituido en un gran estímulo para honrar y exaltar a quienes, con vocación, entrega y abnegación, han sobresalido por sus trabajos periodísticos que dejan huella en la vida nacional. Todos los ganadores merecen comentarios independientes porque sabemos que son dignos de emular y es una tarea a la que nos deberíamos comprometer todos los periodistas y medios de comunicación para expresar nuestra solidaridad y reconocimiento, aunque por razones de contacto, debería ser una tarea de organizaciones profesionales y medios de comunicación.

Por lo anterior, en esta ocasión, queremos referirnos a la distinción a la vida y obra del periodista ALFREDO MOLANO BRAVO. Casi que sobran las palabras para decir quién es y por qué sus aportes son tan valiosísimos, que con citar solamente sus obras, bastaría, porque en ellas, está el trabajo serio, que siempre parte de una investigación rigurosa y la desarrolla con todas las personas y los factores que tienen relación con la misma. Y, además, cuenta con la honradez intelectual de quien sabe que sus contribuciones van a ser examinadas por otros investigadores, estudiantes, profesores, entidades académicas y, en fin, es la larga la lista de sus destinatarios. Pero sobre todo, porque en las dichas obras, encontraremos parte esencial de nuestra historia, o como dirían otros estudiosos, la otra historia, la historia no oficial, la historia que escriben, quienes tienen otra forma de mirar, de averiguar, de confrontar, de juzgar, de valorar, de contar cuáles son los resultados de sus investigaciones.

Y desde esa perspectiva de la investigación, sí que está urgida y lo estará siempre nuestra actividad periodística, porque ésta no puede limitarse, como sucede en la mayoría de las veces, a contar, casi siempre, en forma superficial, el quehacer noticioso cotidiano. Porque en muchos casos, ese quehacer no tiene relación con los verdaderos hechos de trascendencia que sí son noticias y que tienen impacto en la sociedad, sino que son hechos desligados de los asuntos que tienen efectos en nuestra sociedad, que para nada interesan.

Por consiguiente, esta es la ocasión propicia para que reflexionemos sobre el compromiso social que tenemos y que sean los colegas que hoy han recibido la distinción, quienes nos acompañen en una cruzada nacional encaminada, así sea aún muy poco todavía, a una tarea que insista en que el buen periodismo tiene que investigar profundamente sobre los acontecimientos que por su importancia son noticia, pero sin quedarnos en el mero registro, sino que indaguemos hasta el máximo para que el país, a lo largo y ancho, no solamente sea informado, sino que siempre le cuenten toda la historia, porque ella es parte de nuestro diario vivir, como lo ha hecho ALFREDO MOLANO BRAVO, porque si no es así, seguiremos viviendo un mundo de noticias que se limitan a decir qué está pasando pero sin saber por qué, quiénes intervienen, qué hacen las autoridades, qué medidas se toman para prevenir situaciones graves, y mañana, nos hemos olvidado de los sucesos, cuyos efectos, con seguridad a todos tocará asumir, así sea en forma subliminal.
















domingo, 9 de octubre de 2016

 EL LENGUAJE DESPUÉS DEL PLEBISCITO


El domingo 2 de octubre de 2016, tuvo un lugar el plebiscito, con el fin de aprobar o rechazar los Acuerdos de La Habana. Como sabemos, por el NO, hubo una mayoría que, para algunos es una especie de empate técnico, pero que superó los votos por el SI. Por eso, desde el mismo domingo por la noche y después de la corta alocución del presidente Juan Manuel Santos Calderón, quien aceptó los resultados pero se comprometió a seguir en la lucha por la tan anhelada y esquiva paz, han pasado varios días que corresponden a una semana llena de acontecimientos, la mayoría orientados a que entender que los resultados del plebiscito tuvieron un efecto que significa, en esencia, que no hay colombiano o serán muy pocos, los que no quieren la paz.

Uno de los primeros hechos destacados lo constituyen las reuniones del presidente Santos con los expresidentes Andrés Pastrana Arango, quien fue solo, y Álvaro Uribe Vélez, que estuvo acompañado por varios de sus congresistas y el exprocurador Alejandro Ordóñez, todos ellos, promotores del NO, para escucharlos porque tienen sus razones para la posición que defendieron. Siguieron las manifestaciones espontáneas de estudiantes que piden seguir en la búsqueda de la paz en las principales ciudades del país.

El aspecto más importante que debemos destacar en el alusivo al lenguaje que se está empleando después del plebiscito para pedir la paz. En esencia, se insiste en mantener la tregua bilateral, para que no haya más enfrentamientos armados. Que los negociadores, tanto del gobierno como de la insurgencia, entiendan que están ante al clamor de una nación entera que pide a gritos que no haya más derramamiento de sangre. Que el Nobel de Paz para el presidente Santos, es un mensaje claro y concreto, para que en esta oportunidad, sí logremos los acuerdos que se necesitan para caminar hacia la paz. Que no haya insultos, ni expresiones de odio, de rechazo, ni recriminaciones, porque entonces, no terminaríamos de hablar unos para que sigan otros y así cada bando, cada vez tendría más que decir y poco que proponer para recorrer un mismo camino.

En otras palabras, la invitación es tan elemental como tan fundamental: hablar un lenguaje que invite, en forma permanente a la reconciliación, al respeto del uno frente al otro, a la convivencia pacífica en medio de nuestras grandes diferencias sociales, culturales, políticas, económicas y religiosas. Es decir, que desarmemos los espíritus del ánimo violento de relacionados entre sí, por medio de la palabra cargada de provocación, para que ella sea, en forma definitiva, el instrumento que nos va a permitir un diálogo nacional permanente, para que de esa gran conversación escuchemos propuestas para ir mejorando las condiciones de vida de los colombianos, tanto en la zona rural, como en los pueblos y en las ciudades, de manera que hagamos el tránsito de la utopía a la realidad cotidiana, y así, construyamos, con la participación de todos, un nuevo país y una nueva cultura de vida.


domingo, 18 de septiembre de 2016


NECESIDAD DE NUEVAS NORMAS PARA LA TELEVISIÓN

Terminó en la ciudad de Bogotá, el foro denominado, EL FUTURO DE LA TV ABIERTA: retos y oportunidades, organizado por Caracol Televisión y Foros Semanas. Entre algunas de las conclusiones están la necesidad de actualizar las normas que la regulan y los cambios sustanciales en lo que debe ser su contenido. En tan importante certamen participaron empresarios, académicos y gobierno. Aunque se recordó en forma breve que, desde 1954, cuando nació la televisión, aún no había afrontado y discutido tantos interrogantes como los formulados en esta oportunidad, porque la tv, además de las clásicas tareas que ha cumplido de informar, recrear y educar, hoy enfrenta grandes retos, uno de cuyos campos es frente a las nuevas tecnologías, la competencia, los contenidos y las audiencias. En otras palabras, como industria que es, requiere de nuevas reglas de juego, para actuar ante los inmensos desafíos que están vigentes y frente a los cuales, necesita preparar respuestas que de verdad se constituyan en alternativas positivas y exitosas, sobre todo, teniendo en cuenta las experiencias internacionales.

Por eso, dentro de algunos de los aspectos que debemos destacar, tenemos estas citas: "Los canales Caracol y RCN pidieron desregulación o simetría y equilibrio normativo para todos los operadores. Su reclamo principal se basa en el hecho de que ellos deben pagar al Estado por el uso del espectro para transmitir sus señales y además aportar para el sostenimiento de la televisión pública, en tanto que las nuevas plataformas basadas en internet están exentas de tales tributos". (...) "Una conclusión destacada es la urgencia de introducir cambios en la normatividad, para que se ajuste a los nuevos modelos de negocio en el mundo audiovisual siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, pero que a su vez garantice la libertad de competencia para los canales de televisión abierta. Y otra es la necesidad de repensar la calidad de la programación, para mantener a este medio en el centro de las preferencias del público". Semana, Bogotá, del 18 al 25 de septiembre de 2016, edición No. 1794, página 58.

Para Omar Rincón, director del Centro de Estudios en Periodismo de la Universidad de los Andes, "nadie tiene la intención de hacer mala TV. La lógica es que todo el mundo quiere hacer buena TV, pero depende de dónde se mire la calidad. Hay gente que mira el rating, hay quiere mira otra cosa. Las TV son sistemas distintos para hacer TV distinta. Yo tengo que cumplir el ritual colectivo, eso hace la privada. La pública debe reconocer minorías, reconocer país, experimentar y hacer laboratorio cultural y social. Saquemos la cámara a la calle y que la gente pueda expresarse".  "Y soltó una recomendación tanto para una como para la otra: `A la TV pública le falta aprender de la TV privada de entretenimiento, y a la privada le hace falta aprender de la TV pública en su público más culto¨". El espectador, Bogotá, 18 de septiembre de 2016, página 16. 

Lo anterior, significa que tenemos que estudiar con sumo cuidado, todas las exposiciones y las recomendaciones, para adecuar aquellos asuntos que nos sean pertinentes, y aprovechar tales experiencias para las futuras determinaciones. Y algunas de las sugerencias, podrían ser de importancia para la Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, que ha hecho anuncios que debemos tener en cuenta, en estos momentos, como los correspondientes a la licitación para el tercer canal de televisión y, para la programación del canal Uno. Son decisiones que tienen trascendencia porque guardan relación con los debates y las conclusiones del foro que mencionamos, porque aspectos tan esenciales como la televisión pública, la televisión privada, los cable operadores, la calidad de los contenidos, la audiencias, y podríamos agregar otros, como la televisión regional y la televisión comunitaria, son asuntos que deben quedar bien claros en la regulación que se requiere, de manera que hacia el futuro, se tengan reglas de juego claras para los competidores, dentro del espíritu de la libertad empresarial y el derecho a la información de los colombianos.  
  

domingo, 28 de agosto de 2016


MEDIOS IMPRESOS DIFUNDEN EL ACUERDO FINAL PARA LA PAZ

Como un gesto que constituye un acto del deber profesional cumplido, los diarios de Colombia, hasta donde estamos enterados, publicaron completo el Acuerdo Final para la Paz. Se trata de un documento de 297 páginas, que deben ser leídas en forma cuidadosa, para entender su contenido, su espíritu, su alcance, sus efectos y, en fin, porque es la guía para un largo proceso al cual, ojalá, ni un solo colombiano quede por fuera.  El sumario del mismo, comprende seis puntos, que son los siguientes: 1. Reforma Rural Integral. Hacia un nuevo campo colombiano. 2. Participación Política. Apertura Democrática para construir la paz. 3. Cese al fuego y reincorporación. Fin del conflicto. 4. Drogas Ilícitas. Solución al problema de drogas ilícitas. 5. Víctimas y Justicia. Acuerdo sobre las víctimas del conflicto. 6. Verificación y refrendación. Implementación.

Tenemos, pues, en nuestras manos, el documento que necesitamos. Agreguemos que también algunos medios incluyeron publicaciones complementarias, como ayudas pedagógicas, lo mismo que entrevistas con miembros de las delegaciones y otras personas, con suficiente autoridad para hablar de un asunto que estará en la mesa de las conversaciones cotidianas durante un tiempo considerable porque no nos podemos oponer a los hechos que están por venir. Por ejemplo, el presidente de la república ya anunció que el domingo 2 de octubre, será la fecha para la realización del plebiscito, certamen democrático al cual debemos llegar ampliamente ilustrados porque es la única manera de poder tomar la decisión que nos parezca, pero porque estamos ilustrados para hacerlo.

Igualmente, serán otras instituciones competentes académica e intelectualmente, quienes tienen el deber de promover debates, conversaciones, diálogos, discusiones, consultas y, en general, todo tipo de actividades que permitan profundizar más sobre el significado presente y futuro de este Acuerdo, porque tiene repercusiones en el presente y en el futuro inmediato y, seguramente, por mucho tiempo más, sobre todo, porque las actuales y las jóvenes generaciones lo tendrán como un gran referente para la vida y la historia que viviremos, encaminada hacia un país, que a pesar de muchos otros problemas sociales y económicos, seguirá buscando crear las mejores condiciones de vida, que es un anhelo de todos los colombianos.

En especial, llamamos la atención a las universidades, tanto privadas como pública, aunque con énfasis en las segundas, para que sean ellas las que lideren, ojalá, en forma coordinada, una gran tarea de ilustración que facilite comprender y aclarar las dudas sobre un asunto que, como hemos dicho en forma reiterada, a todos los incumbe.

Recordemos que una democracia, cada vez más auténtica y real, se construye de la mano de un gobierno comprometido con sus ideales y que tenga proyectos orientados y en ejecución permanente para llenar vacíos de la vida, como los fenómenos de la desigualdad, la falta de oportunidades, el manejo pulcro del Estado en todos los sentidos, la participación eficaz de los ciudadanos en la vigilancia del quehacer de los gobernantes y podríamos seguir citando más acciones que seguramente, poco a poco se conocerán y harán parte del trabajo que aún tenemos pendiente.  

Por el momento, a estudiar el Acuerdo Final para la Paz y a prepararnos para el plebiscito y continuar atentos a los nuevos hechos, que están por venir.



domingo, 7 de agosto de 2016



LA DIFUSIÓN PEDAGÓGICA DEL PLEBISCITO



Muy pronto, el gobierno nacional, con todos sus equipos de trabajo, deberá iniciar la tarea comunicativa asertiva sobre la difusión pedagógica del plebiscito. Para el efecto, debe utilizar las palabras precisas y convincentes acerca de la campaña a favor del plebiscito, si quiere orientar a todo su trabajo hacia el éxito en las elecciones, es decir, que los votos sean por el SI. Porque de lo contrario, propiciará, con mucha seguridad, la abstención, ante la dificultad para entender en qué consiste el plebiscito y por qué razones la invitación es a votarlo por el SI. Igualmente, quienes promuevan la abstención y el voto por el NO, deberán adelantar una campaña de argumentación clara y concreta para explicar la propuesta.

Las anteriores explicaciones, tienen como fin, insistir en la necesidad de darle un manejo lingüístico adecuado a las palabras y a los argumentos que se van a utilizar en la próxima campaña, de manera que en esencia, se logre que la difusión de mensajes sea muy fácil de entender por todas las personas, sin importar su nivel de formación académica, aunque en muchos casos, les parecerá que son manifestaciones muy sencillas y elementales, pero la verdad consiste en que deben ser así, de forma que se alcance la mayor cobertura de comprensión posible.

Y en este proceso, la labor empieza por los directores de las campañas, quienes deben estar muy bien asesorados por expertos en la construcción de mensajes, y luego, respaldados por una campaña en los medios de comunicación que penetre a todos los lugares, sin que quede espacio alguno excluido de la campaña de difusión pedagógica del plebiscito.

Agreguemos que los mensajes serán, tanto de palabras, como de sonidos, de imágenes, de figuras, de retratos, de caricaturas, y en general, de mucha creatividad para que impacten al público, formado por oyentes, lectores y veedores, a quienes se tiene que convencer para que se decidan por la intención del mensaje que conoció. Sobre esta estrategia y muchas otras, seguramente, se contará con el concurso de personal muy competente y experimentado, que con su aporte, conseguirán los propósitos que están en juego.

Todo el contenido de la campaña sobre la difusión pedagógica del plebiscito hace parte de un sistema democrático, una de cuyas características será siempre estimular el debate público, que tiene como soporte varios principios, entre los que podemos citar: la argumentación, el respeto por la diferencia, la no violencia en ninguna de las formas y menos la verbal, el derecho al uso del espacio público para convocar a las personas a manifestaciones, la libre movilización por el territorio y la igualdad de garantías por parte de las autoridades para los promotores de las distintas campañas.  

 En síntesis, es estar en una especie de plaza pública, donde todos podamos hablar, pero ordenadamente. Donde cada grupo defienda sus ideas, donde no haya violencia, donde haya garantías para todos, donde las autoridades estén presentes pero como garantes y donde todos tengamos el compromiso de respetarnos mutualmente. En tales condiciones, que en principio son utopías, en la práctica serán realidades, pero con el aporte y la conducta de cada uno de nosotros.   

domingo, 24 de julio de 2016


LA NUEVA LEGISLATURA Y LAS LEYES QUE NECESITAMOS


En Colombia, un país, caracterizado por el fenómeno del santanderismo -si las armas nos han dado la independencia, solo las leyes nos darán la libertad-, es decir, por tener normas para todo, hasta muchas inútiles, sin embargo, en cada nueva legislatura, tenemos que hablar de las nuevas leyes, sobre todo, aquellas que se refieren a materias que carecen de las mismas y que bastante las necesitan, y porque en otros casos, se requiere de actualización. Por tanto, en el vasto campo de las comunicaciones, que es el de nuestro mayor interés, conviene, antes de pensar en nueva normatividad, en hacer un balance de las que tenemos, de las que faltan y de las que es necesario actualizarlas.

Por tanto, este corto comentario se dirige a los profesionales, a las asociaciones, a las universidades, a los centros de investigación, a los medios de comunicación y hasta el mismo Estado, por medio de las entidades pertinentes, como el Ministerio de las TIC, la Autoridad Nacional de Televisión, la Agencia Nacional del Espacio, la Dirección Nacional del Derecho de Autor, la Superintendencia de Industria y Comercio, y seguramente habrá otras, para que, dentro de sus disposiciones que tienen relación con el tema general que mencionamos, nos propongamos un examen cuidadoso de las disposiciones pertinentes, y proponer su actualización, pero con visión de futuro, de manera que las mismas, se vayan adecuando a cada momento de nuestro acelerado y hasta imprevisto desarrollo.

Es verdad también que debemos tener solamente las normas que sean las esenciales, y que a la vez  sean eficaces, para evitar estar cambiando por cualquier circunstancia imprevista. Lo anterior significa que las personas que sean escogidas para este trabajo, sean las más experimentadas y competentes, de manera que cada vez, tengan más economía en leyes, pero que éstas sean las más adecuadas para que, en lugar de entorpecer el camino, sean las que abran grandes posibilidades de desarrollo y solución a los conflictos, que a pesar de ser inevitables, también sean pronta y eficazmente resueltos.

Y con estos mismos criterios, debería actuarse en los demás campos de la vida nacional, porque sin dejar de ser santanderistas, en cuanto regular solamente lo que sea necesario, pero sin que nos excedamos, porque tampoco la idea es tener normas en abundancia.

Por tanto, confiamos en que nuestra iniciativa tenga acogida y poco a poco, se vaya extendiendo, de manera que caminos, como se dice ahora, en la dirección correcta, para bien de todos, y sobre todo, de las legalidad.







sábado, 9 de julio de 2016




LOS 25 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN Y EL DERECHO A LA INFORMACIÓN



Con especial satisfacción y todavía con muchas expectativas, celebramos el pasado 4 de julio, los 25 años de la Constitución Política, porque son muchas las materias sobre las cuales seguimos pendientes de más desarrollos, tanto legislativos como jurisprudenciales. Aunque en el campo del derecho a la información hemos logrados leyes, estamos todavía pendientes de un nuevo estatuto que regule el trabajo de quienes ejercemos el periodismo, y más  allá de estas disposiciones, debemos hacer bastante énfasis en normas sobre seguridad social en aspectos como la salud, los riegos profesionales, el salario y las pensiones.



Sobre la disposición constitucional, contenida en el artículo 53, no se ha escrito una sola línea, para formular un buen estatuto del trabajo, que parta de principios básicos que deben estar en la ley, para que luego, como en el caso del periodismo, haya normas específicas, que sean claras y concretas en aspiraciones que hace muchos años tenemos pero que no han logrado convertirse en mandados vinculantes y garantistas para el reconocimiento de la misión periodística, que reclamamos con tanta insistencia.



Por tanto, con motivo de las bodas de plata de nuestra Carta Magna, bien vale la pena que las organizaciones periodísticas, las facultades y escuelas de formación profesional, y hasta los propios medios de comunicación, pensemos y promovamos reuniones, conversaciones, debates y al final, con las conclusiones en la manos, busquemos la forma de canalizar una buena iniciativa que llevada al Congreso, se convierta en la ley que deseamos. Estamos seguros que, luego de un trabajo amplio, con mucha participación, y sobre todo, que sea el fruto de un trabajo que incluya los aspectos más fundamentales, lleguemos a tener la norma que tanto anhelamos.



Podrán decirnos, y es verdad que tienen razón, quienes afirman que quedan pendientes otros asuntos que también son de enorme trascendencia, como por ejemplo, el delicado tema de la administración de justicia, para citar solamente uno, lo que significa que el debate tiene que ser más amplio, pero siempre orientado a que las propuestas que surjan como frutos de dicho trabajo, tengan acogidas y pronto se les dé el tratamiento gubernamental que corresponde.



Por el momento, reiteramos la invitación para que prontamente, estemos iniciando la propuesta del gran debate para una buena ley del periodista, con la inclusión de la seguridad social, entendida en sentido amplia, para que continuemos con mucho entusiasmo y estímulos el compromiso que tenemos con la sociedad.





  



LOS 25 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN Y EL DERECHO A LA INFORMACIÓN

Con especial satisfacción y todavía con muchas expectativas, celebramos el pasado 4 de julio, los 25 años de la Constitución Política, porque son muchas las materias sobre las cuales seguimos pendientes de más desarrollos, tanto legislativos como jurisprudenciales. Aunque en el campo del derecho a la información hemos logrados leyes, estamos todavía pendientes de un nuevo estatuto que regule el trabajo de quienes ejercemos el periodismo, y más  allá de estas disposiciones, debemos hacer bastante énfasis en normas sobre seguridad social en aspectos como la salud, los riegos profesionales, el salario y las pensiones.

Sobre la disposición constitucional, contenida en el artículo 53, no se ha escrito una sola línea, para formular un buen estatuto del trabajo, que parta de principios básicos que deben estar en la ley, para que luego, como en el caso del periodismo, haya normas específicas, que sean claras y concretas en aspiraciones que hace muchos años tenemos pero que no han logrado convertirse en mandados vinculantes y garantistas para el reconocimiento de la misión periodística, que reclamamos con tanta insistencia.

Por tanto, con motivo de las bodas de plata de nuestra Carta Magna, bien vale la pena que las organizaciones periodísticas, las facultades y escuelas de formación profesional, y hasta los propios medios de comunicación, pensemos y promovamos reuniones, conversaciones, debates y al final, con las conclusiones en la manos, busquemos la forma de canalizar una buena iniciativa que llevada al Congreso, se convierta en la ley que deseamos. Estamos seguros que, luego de un trabajo amplio, con mucha participación, y sobre todo, que sea el fruto de un trabajo que incluya los aspectos más fundamentales, lleguemos a tener la norma que tanto anhelamos.

Podrán decirnos, y es verdad que tienen razón, quienes afirman que quedan pendientes otros asuntos que también son de enorme trascendencia, como por ejemplo, el delicado tema de la administración de justicia, para citar solamente uno, lo que significa que el debate tiene que ser más amplio, pero siempre orientado a que las propuestas que surjan como frutos de dicho trabajo, tengan acogidas y pronto se les dé el tratamiento gubernamental que corresponde.

Por el momento, reiteramos la invitación para que prontamente, estemos iniciando la propuesta del gran debate para una buena ley del periodista, con la inclusión de la seguridad social, entendida en sentido amplia, para que continuemos con mucho entusiasmo y estímulos el compromiso que tenemos con la sociedad.


  

lunes, 27 de junio de 2016


EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, LUEGO DE LA FIRMA DE LOS ACUERDOS

En Colombia, estamos todos, con la gran expectativa sobre los futuros acontecimientos relacionados con la situación que viviremos luego de la firma de los acuerdos con el grupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Es un tema obligado en las reuniones, en las conversaciones cotidianas, en el trabajo, en el estudio, en los campos y en la ciudad. Casi que es imposible pensar que haya un colombiano que no tenga nada qué decir o qué opinar, sea en sentido positivo o en sentido negativo. Pero para poder expresarse, todo el mundo necesita estar bien informado y esa tarea tan trascendental la tienen, sin lugar a dudas, los distintos medios de comunicación.

Por eso, desde la semana pasada, el fin de semana y en estos días, son abundantes los mensajes que se están difundiendo, en forma escrita, oral o audiovisual y en las redes sociales, con contenidos diversos como informativos, de opinión, ideológicos, gráficos, humorísticos y luego los habrá más creativos como los musicales. En otras palabras, con toda certeza, que cada día, tendremos temas para hablar.

De allí que así sea un poco repetitivo, tendremos que hacer alusión al papel, en general, de los medios de comunicación en esta nueva etapa de la vida de Colombia, y sobre todo, de lo que habrá de venir y de lo que cada día ocurrirá y de lo que habrá que informar. Desearíamos que ojalá, la mayoría de las noticias fueran siempre positivas. Y que de esa manera, también en forma satisfactoria, se fuera transformando el comportamiento de los asociados, con la cultura de la convivencia pacífica, sin violencia, respetando la diferencia, porque en una verdadera democracia, necesariamente, tiene que haber diferencias de pensamientos, pero todos con un mismo denominador, en cuanto, todos sean mutuamente respetuosos. Muchos dirán que es una verdadera utopía creer que tal situación pueda suceder, pero hacia es el norte hacia el cual, debemos marchar con la seguridad que con el transcurso del tiempo, la forma de vivir será más tranquila y segura.

Todo lo anterior, tiene que ser estimulado por el papel pedagógico de los medios de comunicación, que con su insistencia en la observancia de los principios y valores que defienden la vida, la convivencia, la democracia, el acceso a las oportunidades en diversos campos de la cotidianidad, entre ellos, la educación, la salud, la recreación, la vivienda, los servicios públicos, nos encaminemos a la construcción de una nueva sociedad, también tan utópica pero tan urgente, para consolidad un nuevo estado de cosas en bien de los asociados.

No podemos olvidar el significado del quehacer de las autoridades, en todos los campos y niveles. Ellas también, sí que están llamadas a dar ejemplo de buen comportamiento y de impulsar grandes reformas, de realizar muchos proyectos, de planear el desarrollo y el futuro de sus dependencias para que ese importante acompañamiento arroje frutos abundantes que contribuyan al proceso social que tendremos que vivir para dar el salto que todos anhelamos.     

domingo, 12 de junio de 2016


UNA ACCIÓN DE TUTELA Y UN DESACATO CONTRA LA LIBERTAD DE EXRESIÓN

Aunque sabemos que ya los medios de comunicación y, por tanto, los periodistas, no constituyen el clásico cuarto poder, al frente de legislativo, el ejecutivo y el judicial, sino que en las democracias modernas los llaman el primer poder, por la capacidad que se tiene de hacer bien o de hacer mal a la sociedad, que es la titular del derecho a ser siempre muy bien informada del acontecer, tanto local, como regional, nacional e internacional, y en consecuencia, en desarrollo de esta actividad, se puede afectar a quienes originan las noticias, también es cierto que existen remedios para superar las situaciones cuando, por alguna circunstancia, casi siempre de buena fe, se ha cometido un error, el cual se corrige, mediante la rectificación, que reconoce lo sucedido y ofrece disculpa en forma pública.

Asimismo, la Constitución Política, que incorporó en sus textos, los derechos fundamentales, uno de ellos, es, precisamente, el derecho de rectificación, cuyo ejercicio es necesario hacerlo primero, antes de acudir al mecanismo que está previsto para la eficacia de los derechos fundamentales, que es la acción de tutela, en cuyo caso, son los jueces de la república, quienes tienen la potestad de admitirla o rechazarla.

En esta ocasión, nos referimos a la acción de tutela, seguida del incidente de desacato, que los magistrados del Tribunal Superior de Barranquilla, Jorge Eliécer Cabrera Jiménez y Julio Ojito Palma han interpuesto con el director del periódico El Heraldo, Marco Schwartaz Rodacki, por lo que se ordenó un arresto y una multa, decisión que está en revisión del mismo Tribinal Superior de Barranquilla.

Todo este acontecimiento tiene como origen una publicación que hizo el diario en mención, en junio del año pasado, de un comunicado emitido por la Fiscalía General de la Nación, en la cual se daba cuenta de una investigación preliminar abierta con los antes citados magistrados. La fuente, en este caso, era una Institución del Estado, responsable de lo que dijo, por tanto, no había lugar a rectificación porque el contenido de la publicación no correspondía al diario El Heraldo, medio, que con suficiente razón consideró que no había cometido error periodístico alguno, y no rectificó, pero ofreció las páginas del diario a los magistrados para que ellos hicieran los descargos que consideraran pertinentes.

Como los magistrados no quedaron contentos, acudieron a la acción de tutela y exigieron rectificación y el fallo les fue a favor. El diario acató la determinación y ha publicado dos rectificaciones, pero ninguna ha dejado satisfechos a los magistrados.

En un editorial, El Heraldo ha si muy claro en su posición: "Aunque este medio consideró que no había motivos para rectificar, brindó a los funcionarios judiciales el espacio para expresar su opinión; pero luego de tres publicaciones no han quedado satisfechos".

Ahora, se está pendiente de la decisión que se tome sobre el incidente de desacato que tiene prevista una sanción de tres días de arresto y una multa de tres salarios mínimos legales mensuales vigentes, que suman $2,068.365.

Sin embargo, lo más grave y el fondo del asunto consiste en que como ya lo explicó El Heraldo, se limitó a publica la noticia que le dio la Fiscalía General de la Nación, y que a tiempo, se rectificó en esos términos, los magistrados insisten en sus pretensiones, a pesar de tener el espacio para explicar su conducta, situación que, sin la menor duda, es una clara violación al derecho fundamental a la libertad de expresión, que tiene El Heraldo para poder satisfacer el derecho a la información de sus lectores. Ojalá al juez que le corresponda resolver el incidente de desacato, lo haga a favor del medio de comunicación. Esa es la esperanza y el fundamento de quienes defendemos con argumentos los derechos de la sociedad para que los medios la informen de manera veraz e imparcial.



lunes, 30 de mayo de 2016



¡NO MÁS ATENTADOS CONTRA LOS PERIODISTAS!


Terminamos una semana, sumamente tensionada, por el secuestro y la posterior liberación de los periodistas SALUD HERNÁNDEZ, DIEGO D´PABLOS y CARLOS MELO. Frente a este hecho, que puede tener muchos calificativos de repudio, ¿qué más podemos decir? Nosotros solamente contamos con la palabra para el trabajo y con la misma, le hacemos frente también a los obstáculos y expresamos nuestras protestas, que por más cargadas de energía y contenido, hasta esa frontera llegamos. ¿Qué tiene que seguir? Diríamos que la respuesta puede ser muy amplia, empezando por quienes cometen estos atropellos, que no tienen razones para explicar y justificar un delito de lesa humanidad. Luego están las autoridades, pero uno entiende, que no están en capacidad de garantizar, en forma efectiva a cada periodista, que lo protegen en cualquier circunstancia profesional.

Todo lo anterior, nos lleva, una vez más a reflexionar, pero específicamente, frente al grupo insurgente Ejército de Liberación Nacional, que en los últimos días, ha tenido conversaciones con el gobierno, orientadas a dialogar sobre la paz, tan anhelada y también tan esquiva, pero tan necesaria, sobre todo, en la época actual, que reclama, otras formas de lucha política, aunque tampoco desconocemos que son muchos y variados los problemas sociales que no han tenido un tratamiento y menos fórmulas adecuadas de solución. Se han ido acumulando con secuelas siempre más graves. Sigue y talvez seguirán represados por muchos años.

Sin embargo, también debemos ser optimistas, a pesar de estos lamentables hechos y ser tercos en que no podemos bajar la guardia si queremos que poco a poco, se vaya allanando el camino más propicio para superar los muchos problemas que vivimos todos los días.

Por eso, desde el ejercicio del periodismo, debemos, no solo informar del acontecer, sino insistir en que cada colombiano, empezando por sus propios actos, aporte lo que esté a su alcance, de manera que hablemos el lenguaje de la no violencia, el lenguaje del respeto por el derecho ajeno, y mantener el espíritu de solidaridad para colaborar cuando se requiera del apoyo para superar dificultades de comunidades que deben afrontar momentos difíciles, como cuando ocurre un desastre en un barrio o en un municipio. En fin, que cada uno sea un gestor y practicante de la pedagogía del convivir con la diferencia pero sin violencia.

Seguramente, nos podrán decir que pecamos de ingenuos, de exageradamente optimistas, pero si no es ese el camino, cuál podría ser el que debemos escoger para que cada uno entregue lo que está a su alcance. Pensamos que únicamente, con el compromiso de individual, que vaya sumando otros, los resultados llegarán todos los días. Y seguramente, el mañana será de otras condiciones de vida, porque los colombianos, todos, sin excepción alguna, tenemos derecho a vivir en paz.  
  


   

domingo, 15 de mayo de 2016


DOS PERIODISTAS MAESTROS

Como estamos celebrando el Día del Maestro, debemos hacer especial énfasis en quienes, como maestros, lo fueron en el campo del periodismo y de las comunicaciones. En esta oportunidad, el homenaje, es además, póstumo. Se trata de don ALFONSO LOPERA LOPERA y HUMBERTO LÓPEZ LÓPEZ. Ambos fueron maestros de los estudiantes en la Universidad de Antioquia.

Don Alfonso dictaba las materias sobre Introducción a las Ciencias de la Comunicación, cuando se iniciaba la carrera; Técnicas de Impresión, cuando se iba como en la mitad de los estudios; y Ética Periodística, cuando se estaba terminando el programa. Sobre la primera, nos anticipaba la trascendencia de la profesión escogida, la manera de conseguir el material para informar, la buena redacción para que nos entendieran lo que decíamos, las distintas fuentes y la forma de acercarnos a ellas, la manera de investigar porque era muy importante saber preguntar y sobre qué asunto. En fin, siempre era su preocupación porque el estudiante alcanzara una visión y comprensión completas del vasto campo del periodismo y de las comunicaciones, para cuya tarea, cada día llegaban equipos que habrían de mejorar el trabajo, sobre todo, por la rapidez para enviar y recibir mensajes.   

En la materia Técnicas de Impresión, en ese entonces, aún se utilizaba el tipómetro para medir espacios. Hoy, todo es electrónico. Se aprendía a hacer el machote o boceto, que hoy es también electrónico, y a distribuir el material, de acuerdo con su importancia, y siempre, para aprovechar al máximo el interés visual, para que no se pasaran contenidos sin que se leyeran. 

Terminaba con la materia Ética Periodística, de la cual publicó su texto de estudio, con sus reflexiones sobre el quehacer profesional. Destacaba temas como el sigilo profesional, que implica un gran respeto por las fuentes. El trato adecuado a las personas con quienes se conversa, cuando es necesario interrogarlos para la tarea investigativa. La búsqueda de la verdad y saber cómo se entiende ésta, sin afectar los derechos de las personas sobre las cuales se informa, sea como actores de la noticia, en forma positiva, o como víctimas de los delincuentes. 

Y el profesor Humberto López López, con la materia sobre Relaciones Públicas, enseñaba la forma de manejar adecuadamente los vínculos que se establecen entre las instituciones y el público, porque de ese tratamiento, dependerán los efectos que surjan cuando se dan a conocer las noticias que provienen de dichas entidades. En la actualidad, de su materia, que ha crecido en contenido y vigencia en el mundo entero, existen programas de posgrado. No podemos negar que en todas partes, las relaciones públicas, incluso en el sector público, demandan de personal cada vez más competente, y las enseñas del profesor López fueron las bases sobre las cuales los programas de especialización se han apoyado para responder a las necesidades crecientes de nuestro medio.  

Han pasado muchos años desde cuando tuvimos el privilegio de ser sus alumnos. Sin embargo, los recuerdos y las enseñanzas aún las mantenemos frescas porque fueron, sobre todo, recomendaciones para toda la vida. Para ser, más allá que profesionales, personas honradas y leales al trabajo. Con conciencia de la tarea que debemos cumplir. A entender lo que pasa en cada momento y en cada lugar. A ser sensibles. Por ello, jamás los olvidaremos y siempre estaremos agradecidos. La gratitud es un sentimiento de quienes reconocemos el aporte de las personas que, como nuestros maestros, nos forjaron para toda la vida. 



domingo, 1 de mayo de 2016



¿CENSURA JURÍDICA, IGNORANCIA DE LOS JUECES O ABUSO DE PODER?


Este es un tema que deberíamos analizar con especial profundidad y con una amplia participación, tanto de periodistas como de abogados, y de muchas personas más. Porque en diversas ocasiones, sobre todo, cuando nos hallamos ante procedimientos o decisiones de los jueces que tienen relación con el trabajo periodístico, en algunas ocasiones se habla, insistentemente, de censura jurídica, que sería otra forma de obstaculizar el trabajo profesional. En esta ocasión, nos vamos a referir al sigilo profesional, que la Constitución Política, en su artículo 74, establece como inviolable.

Lo anterior significa que ninguna autoridad, en especial, la judicial, puede desconocer este mandato vinculante y violarlo, cuando se encuentra frente a una situación que el funcionario considere que exigiendo la respuesta que requiere, tiene éxito en la investigación que realiza, a pesar de que debe saber que su conducta quebranta tal garantía constitucional.

En concreto, nos queremos referir a un juez que en la ciudad de Bogotá, investiga el posible delito de injuria que pudo cometer un periodista que publicó una información, producto de su investigación autorizada y financiada por el medio de comunicación al cual se hallaba vinculado laboralmente el profesional. El medio de comunicación, ante el requerimiento del fiscal, para que lo enterara del autor del informe, desconociendo principios tan caros para el ejercicio profesional, como la lealtad, sin sopesar la respuesta, en forma inmediata dijo el nombre. El fiscal, sin siquiera cumplir el requisito previo de procedibilidad, es decir, sin agotar la audiencia de conciliación, de una vez, imputó cargos al periodista, con el agravante de que excluyó del proceso a la empresa periodística, la empleadora del periodista y contra la cual fue la denuncia.

Por fortuna el medio de comunicación rectificó y aunque la misma no le gustó a la parte afectada ni al fiscal de turno, que no explicó las razones, no fue posible que se aceptara la preclusión del proceso, en favor del periodista acusado.

Sin embargo, como nuestro sistema judicial no prevé que sea el mismo funcionario que inició el proceso, el que continúe con el mismo, se presentó el cambio de fiscal y la nueva, le dio un giro sustancial al proceso y en la audiencia siguiente, pidió la preclusión a favor del periodista imputado, pero solicitó que continuara la actuación con el director del respectivo medio de comunicación, ya que en el texto de la rectificación, el director asume toda la responsabilidad, como debe ser, y afirma que el periodista no fue el autor del materia que originó el proceso, ya que dichos textos fueron incorporados en el proceso de edición.

El juez de conocimiento, es decir, al que le correspondía resolver las peticiones de la fiscal, se negó a acoger las mismas, con el argumento de que si se aceptaba la preclusión para el periodista imputado, podría ser imposible conocer el nombre de los otros periodistas que habrían modificado el texto del mensaje que dio lugar a la rectificación, a pesar de que el director del medio anunció que asumía toda la responsabilidad.

En este caso, sí es evidente que el juez, intenta violar el sigilo profesional, porque quiere que sea el director del medio de comunicación, el que diga quiénes son los autores del texto, a pesar de que existen normas claras, para proteger el sigilo profesional, y para que, como en esta oportunidad, sea el director del medio, quien asuma toda la responsabilidad jurídica por actos de terceras personas que están a su servicio.

Situaciones como la anterior, son las que debemos denunciar ante los demás colegas y la sociedad en general, para evitar que se ejecuten atropellos de esta naturaleza que hacen más daño a la profesión, que provecho a la administración de justicia.

domingo, 24 de abril de 2016


NUESTRO IDIOMA SIEMPRE HABRÁ QUE ESTUDIARLO Y HABLARLO BIEN

Con motivo del día del idioma, lo mismo que del Bibliotecólogo, persona encargada del cuidado, no solo de las bibliotecas sino de todos los nuevos y cada vez más sofisticados sistemas de conservación de mensajes, su celebración siempre deberá tener como punto de referencia, la necesidad del buen uso del idioma, que es nuestro medio de trabajo, para hablarlo y escribirlo bien, de manera que no solamente se honre su esencia sino que se enseñe acerca de su acertada utilización.
  
Esta corta reflexión, que debería ampliarse a través de conferencias y recomendaciones, es tan importante porque nos hallamos ante un mundo que quizá por la influencia de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, existen tendencias a simplificar las palabras o recortarlas o mezclarlas con otras, cuyo resultado constituye un uso inadecuado del idioma, que como acabamos de decir, siempre deberá ser el más puro.

En el caso específico de los medios de comunicación, especialmente, de los escritos, en cuando más urgente y necesario es este llamado de atención, porque en ellos, se reproducen los textos y cuando están mal escritos, en lugar de llevar un mensaje positivo, hacen todo lo negativo, pues, causan más daño al lector, al investigador y a toda persona que se detenga en su lectura.

Ligado a lo anterior, también es fundamental, la consulta permanente a las fuentes autorizadas del idioma para aclarar cualquier duda, como es el portal de la academia de la lengua y los que tienen agencias de noticias e instituciones que velan por la pureza del idioma. Es una tarea que sigue pendiente y debería ser una actividad cotidiana. Lo mismo que la adquisición de buenos libros, tanto en la feria del libro de Bogotá, que está próxima a terminarse, como las lecturas constantes de buenos autores, porque así adquiriremos más conocimiento y enriqueceremos los que tenemos.

Precisamente, en esta materia, con motivo de los 400 años de la muerte de los símbolos del idioma: William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra, es otra ocasión para leer y releer sus obras que siguen siendo clásicas, no solo para el buen manejo del idioma, sino por la inspiración que nos proporcionan.

Por tanto, que esta semana, sea la oportunidad para insistir, tanto en el buen manejo de nuestro idioma, como en su estudio y en las buenas lecturas, como tareas cotidianas que jamás deberemos abandonar, sobre todo, los periodistas que trabajamos con a palabra todos los días.

domingo, 17 de abril de 2016

La feria del libro 2016

Empieza el lunes 18 de abril, la feria internacional del libro en Bogotá. Es un acontecimiento que tiene especial importancia y trascendencia para el vasto campo de las comunicaciones, por varias razones, entre ellas, porque podemos escuchar a los conferencistas que hablarán sobre temas de actualidad en diversos aspectos de la vida, tanto de nuestro medio como del mundo. Igualmente, porque es la oportunidad para la adquisición de libros que a todos nos interesan.

En relación con nuestro país, algunos asuntos que harán parte de esta feria, son sin la menor duda, el alusivo al proceso de paz, sobre todo, por las grandes expectativas que tenemos todos los colombianos, ya que estamos ante una próxima decisión que va a tener grandes repercusiones en el futuro inmediato, en el mediano y en el largo plazo. Por tanto, debemos hacer mucho énfasis en conocer los muchos y distintos puntos de vista que se han de dar a conocer, que dependerán de las plurales y diversas concepciones que se tienen sobre el proceso de paz,  ya que tales exposiciones permitirán que haya bastante ilustración sobre un conjuntos de interrogantes, inquietudes, dudas, preocupaciones, y en general, acerca de qué pasará en todo el territorio colombiano, después de firmados los acuerdos de paz, esencialmente, en cuanto a la convivencia sin violencia, empezando por el campo, por los pequeños municipios, por las carreteras, por las ciudades y por las instituciones del Estado, como las universidades.

De allí, la convocatoria a los medios de comunicación, para que informen sobre el contenido de estas conferencias y las complementan con la investigación que deben hacer para que los asistentes se pronuncien alrededor de las mismas. De manera que en todos los rincones de Colombia, podamos enterarnos de lo que sucede en esta materia, durante los días de la feria.

Igualmente, es la ocasión para referirse a las noticias más recientes y que son de interés colectivo, entre ellas, la terna que enviará el presidente de la república a la Corte Suprema de Justicia, para la escogencia del nuevo fiscal general de la nación. Sabemos que este alto empleado del Estado tiene bastante conexidad con el trabajo de los periodistas y con los mensajes que difunden los medios de comunicación, especialmente, en cuanto al ejercicio del derecho fundamental a la información y su posible violación por autoridades, o por la comisión de delitos frente a otros derechos fundamentales de los ciudadanos, empezando por los derechos a la personalidad, los más vulnerados, como el derecho al buen nombre, que genera procesos por los delitos de injuria y de calumnia.

En síntesis, estamos ante la feria del libro en Bogotá, de la cual, cada uno de nosotros, en cuanto más pueda y oportunidades tenga, se beneficie de la misma, porque son varias y diferentes las ocasiones que se tienen a la mano. Por tanto, estamos todos invitados a participar activamente. Y desde luego, contemos con los medios de comunicación, que nos cuenten qué pasa cada día.

domingo, 3 de abril de 2016



LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN TAMBIÉN TIENE LÍMITES EN FACEBOOK

Dentro del amplio campo de los debates relacionados con el ejercicio los derechos fundamentales y su choque o colisión entre los mismos, en especial, entre aquellos que hacen parte de los llamados derechos de la personalidad, entre los que podemos citar: el buen nombre, la intimidad, la privacidad, las comunicaciones personales, la figura o el retrato o la propia imagen, el libre desarrollo de la personalidad, el honor, la honra y los datos personales,  tenemos una sentencia de la Corte Constitucional que nos recuerda que la libertad de expresión también tiene sus límites en el vasto espacio de Facebook. Se trata de la Sentencia de Tutela 050 de 2016, por cual se protegieron los derechos fundamentales de la peticionaria. En concreta se trata de la acción de tutela que presentó la señora “Lucía contra Esther, con el objeto de que le fueran protegidos sus derechos fundamentales a la dignidad humana, al buen nombre y a la intimidad, los cuales estima vulnerados por haber publicado la demandada en la red social Facebook afirmaciones relacionadas con la ausencia de pago de la obligación dineraria que había contraído con esta última”.  
Los hechos, se resumen en los siguientes:

“1. Aproximadamente hace 3 años, Lucía solicitó un préstamo a Esther por un valor de 3 millones de pesos, el cual, a la fecha de presentación de la tutela, no había sido pagado.

2 2.  El 12 de diciembre de 2014, la demandada resolvió publicar en el muro de su perfil de la red social Facebook, junto con una foto de la accionante, lo siguiente: “Hace más de tres años a (Lucía) le preste (sic) una plata. Hasta el momento no se digna por pagármela (sic), me borra mensajes, no me contesta el celular, me evita a cada momento. Me vi en la obligación de ponerla en este medio para que así sea un poco más delicada y me pague. Que sepa que yo le preste (sic) la plata, no se la regale…”

33.  Sostiene el apoderado de la demandante que el día siguiente se comunicó por vía telefónica con Esther para solicitar el retiro de la publicación, argumentando que con dicho actuar se atentaba contra la honra y el buen nombre de la accionante, sumado a que contaba con otros medios idóneos para hacer efectivo el cumplimiento de la obligación.

44.  No obstante, afirma que la demandada desatendió la solicitud y hasta la fecha de presentación de la tutela, 26 de diciembre de 2014, insistía en mantener la publicación a la cual tienen acceso sus amigos, familiares y conocidos”.

 Dentro de los argumentos de la Corte Constitucional para la protección de los derechos fundamentales invocados, dijo: “De lo anterior se colige que si bien redes sociales como Facebook implican un mayor riesgo de vulnerabilidad de derechos fundamentales al buen nombre, a la intimidad y a la imagen, no quiere decir que el uso de dichas plataformas implique una cesión de tales garantías y, en consecuencia, la libre y arbitraria utilización de los datos, ya sea videos, fotos y estados, entre otras, ni tampoco la publicación de cualquier tipo de mensaje, dado que, como se ha venido reiterando, la protección y límites de la libertad de expresión por medios de alto impacto también aplican a medios virtuales”.

Estamos, pues, ante el fenómeno que se conoce como choque, colisión o conflicto entre derechos fundamentales, para lo cual es necesario hacer un juicio de debida ponderación para determinar cuál derecho tiene prelación sobre el otro. Por eso, para resolver, la reflexión esencial consiste en que: “Sin embargo, como se estableció en la parte motiva de esta sentencia, este tipo de presunción admite ser desvirtuada cuando se evidencie que en el caso concreto el otro derecho en juego cobra mayor peso. Bajo esa misma línea, la jurisprudencia de esta Corte, al igual que pronunciamientos internacionales al respecto, han sostenido que la libertad de expresión no es un derecho que carece de límites, pues, como se observó, las frases injuriosas, que denoten falta de decoro, vejaciones, insultos, expresiones desproporcionadas y humillantes que evidencien una intención dañina y ofensiva, no con un fin legítimo, sino por el contrario difamatorio, parcial, erróneo, entre otros, no son cubiertas por la protección establecida en el artículo 20 de la Constitución. Por lo tanto dicho conflicto resulta inexistente y, en estos términos, se descarta la necesidad de realizar un test de proporcionalidad, en el cual se utilice la ponderación para resolver este caso, pues no se presenta pugna legítima entre el derecho a la libertad de expresión y los alegados por la demandante.

Cabe reiterar entonces que la protección y los límites antes señalados también son aplicables a internet y a las redes sociales, en este caso Facebook, y recordar que el hecho de que la actora sea usuaria de dicha plataforma hace que sus derechos fundamentales a la intimidad, al buen nombre, a la imagen y a la honra, se encuentren en mayor riesgo de ser vulnerados”.

Esta sentencia, que enriquece la jurisprudencia en tan importante campo, nos permite pensar que, en un régimen democrático, una de cuyas características son las garantías para todos, el derecho fundamental a la libertad de expresión, siempre tiene que ser respetuoso de los derechos ajenos y, sobre todo, tener en cuenta que por los distintos medios o instrumentos adecuados para la difusión de los mensajes, siempre tienen que darse a conocer contenidos que, aunque sean de opinión o de juicios de valor, nunca podrán ser injuriosos, calumniosos o que vayan en contra de la dignidad de cualquier ser humano.












domingo, 6 de marzo de 2016




“COLOMBIA 2020, CONSTRUYENDO UN PAÍS”

 Consideramos que todo el periodismo colombiano debería comprometerse seriamente con esta propuesta del periódico El Espectador, porque somos conscientes de los días que se avecinan después del acuerdo con la insurgencia que se negocia en la ciudad de La Habana. Por tanto, y a pesar de las diferencias que necesariamente han de surgir, en un país, donde somos muy inclinados a ver más la parte negativa de las cosas que los aspectos positivos, será esencial que desde ahora, para que no se haga muy tarde, que sumemos voces en aportar ideas encaminadas, más que a construir el país, debería ser más para reconstruir el país, después de tantos acontecimientos que hemos lamentado a lo largo y ancho de Colombia y por tantos años.

A esta propuesta y sobre todo, para formular proyectos, deberían unirse las demás instituciones del país, de manera que sus sugerencias cuentan con una amplia difusión a través de los medios de comunicación que, en forma organizada, podrían tener unas reglas claras para enriquecer el debate. Porque no podemos ser indiferentes a lo que está por venir y son tantos los temas relacionados con la reconstrucción de Colombia, que no debemos esperar más tiempo para formalizar la manera de empezar a participar. Por ejemplo, los medios comunitarios, desde sus lugares de origen, podrían recoger las inquietudes de la comunidad, de manera que se haga también posible y realidad la vinculación de la comunidad, porque de esa manera, se construye tejido social, en beneficio de las propias organizaciones sociales.

Porque del periodismo, es mucho lo que podemos decir, frente a sus compromisos con la sociedad, para que ella reciba en forma adecuada la información que requiere, y sobre todo, cuando estamos ante una gran expectativa por saber cómo se plantea y se pretende desarrollar el posconflicto y el posacuerdo. En otras palabras, como dice el proyecto, necesitamos de una intensa y permanente campaña pedagógica para acercarnos a la comunidad.  Y en esa tarea, la información que se suministre, también debe estar orientada a superar las situaciones dolorosas vividas y a crear ambientes más saludables para que poco a poco, se vayan alcanzando los cambios que se propongan, todos dirigidos hacia el mismo fin: convivencia pacífica, en medios de las diferencias, pero sin violencia, para la reconstrucción que nos proponemos y para que alcancemos un país en otras condiciones y una población que se concientice y solidarice con la ruta trazada que, en esencia, va en la búsqueda incesante de la anhelada y esquiva paz.

Entonces, quedamos todos enterados de esta convocatoria. Ahora, como decimos coloquialmente, manos a la obra y sin desmayar un solo instante, porque las sumas de contribuciones será el gran soporte de esta iniciativa. Y que sean, entonces, los medios de comunicación, debidamente organizados, los que lideren este gran proceso, y abran puertas para la participación, la deliberación, la evaluación y el desarrollo de los distintos planes que se presenten y sean ampliamente conocidos.   













    

lunes, 22 de febrero de 2016


INCIAMOS TAREAS DEL AÑO 2016

Con un poco de retraso, por múltiples dificultades personales, apenas iniciamos el trabajo del año 2016, con la esperanza de realizarlo de la más más fructífera posible. Por eso, renovamos los votos de mayor constancia y regularidad en los comentarios y en los cambios que, necesariamente, debemos hacer para darle regularidad y consistencia al trabajo que nos proponemos. Por tanto, luego de un corto saludo y los votos por la felicidad y prosperidad de nuestros amigos, damos el primer paso.

UNA REFLEXIÓN SOBRE LA PROFESIÓN, SU DÍA CLÁSICO Y SU COMPROMISO SOCIAL, A PROPÓSITO DEL ESCÁNDALO EN LA POLICÍA
Como es tradicional, año tras año, se repiten las ceremonias, los actos sociales, los homenajes, los almuerzos y las diversas reuniones para decir que el 9 de febrero es el Día Clásico del Periodista Colombiano, aunque la norma que así lo consagró, la Le 71 de 1975, haya sido declarada sin efectos por la Corte Constitucional, y hoy, nos rige la Ley 1016 de 2006, que cambió la fecha para el 4 de agosto, y la extendió a los Comunicadores, y le rinde honores al precursor de la independencia y traductor de los derechos del hombre y del ciudadano, Antonio Nariño.
A los distintos actos que tengan lugar, deberíamos agregar una reflexión cuidadosa y crítica sobre el significado de la profesión y su compromiso social. Porque sería la oportunidad para que hablaran, no solamente los colegas, sino que fueran más bien, los miembros de la sociedad, empezando por el ciudadano de a pie, las mujeres, los educadores, los representantes de organizaciones, en fin, que en el fondo, sea la voz del público, porque son ellos los que confían y esperan todos los días, ser adecuadamente informados, y por tanto, con mayor razón, quienes deberían pronunciarse frente al trabajo de los periodistas.  Y agreguemos que cuando se lograra que también se procediera de esta manera, se tendría el invaluable aporte de quienes, como destinatarios del trabajo periodístico, tienen una visión más independiente de la tarea profesional.
Precisamente, lo antes dicho, nos sirve de fundamento para complementar esta reflexión, a propósito el gran escándelo que se ha conocido en la policía nacional, que tiene varios aspectos y que vincula a su saliente director, general Rodolfo Palomino y a otros militares de alto rango, con la llamada “Comunidad del Anillo”, y que llegó a su punto más elevado, por el video que difundió la periodista Vicky Dávila, y que también relaciona al entonces viceministro del Interior, Carlos Ferro.  
Por consiguiente, la autocrítica que proponemos para que desde nosotros mismos cambiemos el paradigma de esta celebración, nos conduciría con toda certeza a que, entonces, cada año, el fruto de las reflexiones produciría un material de gran valor que enriquecería el acervo periodístico relacionado con el comportamiento de los periodistas para bien, tanto de nosotros mismos, como profesionales, verdaderamente comprometidos, como frente a la sociedad que, finalmente, reconocería en su justa dimensión, las transformaciones positivas que viviríamos.
No obstante, somos conscientes de que esta propuesta, por el momento, parecerá salida de tono. Sin embargo, es el comienzo de un gran proceso, que esperamos apreciar y valorar muy positivamente, en un futuro muy cercano. Por el momento, planteamos la idea, de manera que ella vaya generando conversaciones, debates, intercambio de opiniones y modificación de comportamientos. También en la academia debe empezarse a dialogar sobre la materia, porque con seguridad, desde allí, habrá diversas posturas y muchos aportes. Lo mismo le corresponde hacer a las agremiaciones, a los propios medios de comunicación, a los directores y a los periodistas. Y en ese recorrido se llegará a otras agremiaciones profesionales que tienen bastante qué decirnos.
Abrimos, pues, la puerta para que poco a poco se conozcan ideas, sugerencias, contrapropuestas y, en general, se despierte el interés para que las venideras celebraciones del día clásico del periodista, sea de un contenido distinto al que tenemos hasta ahora. Por tanto, ¡manos a la obra!