sábado, 11 de abril de 2015

ANTE LA CRISIS JUDICIAL, QUE HABLE EL PRIMER PODER

En estos días, cuyas noticias nacionales giran en torno al proceso que está en marcha contra el magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt y, especialmente, porque cada día aumenta la información sobre su conducta y la de personas muy cercanas a él, tenemos que reconocer el gran papel que están cumpliendo los medios de comunicación en la valiosa tarea de investigar y documentar para conocer más acerca de esta grave situación. Pero el asunto, infortunadamente, se extiende, podría decirse a toda la rama judicial y en muchos aspectos, porque donde no haya quejas por los comportamientos que altos funcionarios que comprometen la seriedad de la noble tarea asignada, existen y se acumulan otros problemas de distinto orden, entre ellos, el cúmulo de procesos que esperan el turno para avanzar en un camino lento y hasta incierto para llegar a su fin, mediante un fallo o, archivados, por muchos años . Lo mismo que el personal insuficiente para atender el creciente número de procesos y la carencia de otros recursos físicos y económicos para que el deber de la justicia, cumpla a plenitud su cometido. Porque carecemos de una planeación que oriente la dinámica de toda la rama judicial, tanto burocrática como de recursos, especialmente financieros, para que crezca a la par de las necesidades.  

No tenemos la menor duda de que si carecemos del aparato judicial competente, la sociedad vivirá en medio de una crisis que cada día se profundiza más y, sobre todo, sin vislumbrar la salida que todos esperamos. Por eso, este es un momento más para que periodistas y medios de comunicación, unidos, ya no como el clásico cuarto poder, sino el primero, para que  trabajemos sin desmayar y con el apoyo de otras instituciones y personas naturales, en un vasta y permanente campaña que se dirija a proponer salidas a la crisis, que ya ni calificativos tenemos para denominarla, con la seguridad de que poco a poco, se irá despejando el camino oscuro que estamos padeciendo.

Y a propósito de este comentario, no podemos dejar de reconocer la trayectoria y el aporte invaluable que nos deja el doctor Carlos Gaviria Díaz, no solo como abogado, profesor, magistrado, político, sino y sobre todo, como ciudadano ejemplar. Personas de la talla suya, son las que necesitamos para vincularlas a la campaña que proponemos, porque formando un equipo de trabajo, dirigidos en forma ordenada y temática, estamos convencidos de encontrar punto de acuerdo para sumar esfuerzos, cuyos resultados se apreciarán en poco tiempo. Además, porque las épocas de crisis, también son necesarias para reflexionar, discutir, proponer y encontrar alternativas.

Por tanto, ¡manos a la obra!, porque no podemos seguir indiferentes ante una realidad que a todos los conmueve para expresarnos con toda la libertad y creatividad que tenemos.