miércoles, 7 de mayo de 2014

EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y EL PROCESO ELECTORAL PRESENTE

Nos acercamos al domingo 25 de mayo, cuando, como está previsto en el calendario electoral colombiano, tendremos el proceso para elegir el presidente que nos debe gobernar en el período comprendido entre agosto 7 de 2014 a la misma fecha de 2018. Están confirmados los cinco candidatos con sus respectivos vicepresidentes. Sin embargo, un asunto de mucho fondo, aún no está lo suficientemente claro: ¿cuáles son las propuestas de los aspirantes y cómo se han puesto en conocimiento, no solamente de los potenciales electores, sino también de una alta cifra de jóvenes -hombres y mujeres-que, aún siendo menores de diez y ocho años, es decir, no son ciudadanos, están atentos a qué les espera en el inmediato futuro?
 
Por eso, más allá de los proyectos en asuntos tan vitales como la educación, la salud, la seguridad y las garantías de los derechos, entre los que, brevemente mencionamos, todavía consideramos que se carece de  proyectos que se concreten en pro de ese alto porcentaje de colombianos que no saben con certeza cómo les será el día de mañana. Y, además, otro aspecto de fondo consiste en que la mayoría de los mensajes de los candidatos son discursos sin propuestas claras y reales de cómo afrontar los grandes y cada vez más crecientes problema que tenemos. En otras palabras, el derecho de los colombianos a ser bien informados por los candidatos no se cumple como debería ser, es decir, con contenidos que expliquen, por ejemplo, en el caso de la educación, con qué estrategias se buscará una mayor cobertura en la primaria, en el bachillerato y en la universidad. Porque no basta con decir que se aumentan los cupos si no se precisa de dónde saldrán los recursos económicos para las grandes inversiones que se deben hacer en varios aspectos como tecnología y capacitación.
 
Y podríamos seguir citando los diferentes asuntos que a todos nos interesan, pero que carecen de propuestas que se constituyan en posibilidades para que empecemos un largo proceso de cambios y que éstos sean constantes para que los resultados, poco a poco se puedan apreciar.
 
En síntesis, estamos ante una campaña electoral que se ha caracterizado por los enfrentamientos entre los candidatos, algunos que no acuden a las citas que promueven medios de comunicación y entidades serias para que expliquen sus iniciativas y se propicie un ambiente de confrontación argumentativa que enriquezca el contenido de las propuestas.
 
 Con este panorama tan negativo, nos surgen muchos interrogantes como la relación estrecha que existe en un régimen democrático entre conocimiento, deliberación y decisión. Por eso, quién responde a la pregunta: ¿dónde está la información que necesitamos las personas, para conocer, deliberar, comparar, preguntar y alcanzar suficiente ilustración antes de tomar decisiones?


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario