miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL NUEVO PROCESO DE PAZ Y EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Esta semana, el presidente de la república, oficialmente, anunció el avance de este nuevo proceso de paz y, al mismo tiempo, la insurgencia, es decir, el grupo alzado en armas FARC, por medio de sus voceros autorizados, confirmaron esta noticia que puede tener varios calificativos, desde los más positivos hasta los más pesimitas. Por eso, uno de los aspectos sobre los cuales vale la pena reflexionar en el relativo al papel que deben jugar los medios de comunicación, sin que tal ejercicio, constituya una forma de anticiparnos a proponer conductas que riñan con las tareas tan trascendentales y necesarios que los medios de comunicación cumplen en toda sociedad democrática.

Algunos críticos han sostenido que los medios, por la competencia desmedida de la chiva, pagan hasta por las filtraciones, y por estar siempre en el primer lugar y ganarle a los demás. Otros, los más mesurados, consideran que a pesar de haber una competencia leal, frente a temas tan delicados como es el desarrollo y los tropiezos de un proceso de paz, siempre lo más sensato y recomendable es cuidarse de no entorpocer las negociaciones, cuando, en forma apresurada, y muchas veces sin confirmar y aun confirmando, están constantemente contando intimidades de las conversaciones y los puntos de vista diferentes de cada bando.

En Colombia tenemos una experiencia un poco reciente con el despeja del Caguán, desde principios de 1999 y por varios meses, hasta su culminación, por una serie de problemas que no es del caso, citar ahora. Igualmente, en otros países, han tenido lugar otras experiencias más positivas y con resultados ya consolidades como son los casos de El Salvador y Nicaragua, en América.

Lo anterior tiene vigencia ahora, para pensar que después del gobierno del doctor Álvaro Uribe Vélez, que fue de ocho años, sin este proceso, es el momento de considerar esa nueva posibilidad. Y, sobre todo, cuando las experiencias negativas de El Caguán sirven para no repetirlas. Asimismo, la insurgencia es consciente de que los tiempos han cambiado y es el momento de hablar con más sinceridad y con el ánimo de superar los distitnos obstáculos que han de presentarse para luchar por la paz, ese anhelado deseo, acariciado por todos los colombianos para que podamos convivir con la diferencia, pero sin violencia, pero sí dialogando permanente.

Por ello, estas cortas palabras son la introducción para pedir a todos los periodistas y a todos los medios de comunicación, asumir una postura prudente, cuidadosa, positiva y que contribuya a una veradero proceso de paz, sin espectáculos de ninguna naturaleza.

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