lunes, 5 de diciembre de 2011

OTRO EJERCICIO DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN PÚBLICA: NO A LA VIOLENCIA

Así seamos cada vez más insistentes, no podemos dejar de hacer realidad los mandatos constitucionales, sobre todo, cuando sus contenidos corresponden a derechos fundamentales, entre ellos, el tantas ocasiones recordado como el clásico derecho a la libertad de reunión, de asociación, de movilización y de expresión pública, como lo reza el artículo 37 de la Carta Magna: "Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho".

La alusión viene al caso, por la marcha que se tiene prevista para este martes 6 de diciembre de 2011: todos y todas -para no excluir lingüísticamente a nadie- a la calle, porque nunca nos cansaremos de rechazar la violencia, sin importar quién sea el que la ejecute. Y una forma clara, concreta, contundente y, podríamos agregar más calificativos, para decir: ¡Basta, ya!, es aprovechando la calle, como espacio del foro público, convertida en lugar de reunión, para gritar, como una sola voz, que en Colombia, no nos cansaremos de expresar siempre, en todo instante, que no podemos admitir que se atente, violentamente, contra los derechos fundamentales, empezando por la vida y siguiendo por la palabra.

En el acto de este martes, en toda Colombia, como en pocas veces, seremos capaces de actuar en forma unánime, porque nos convoca, nos une y nos solidariza la protesta contra la violencia.

En resumen, este martes, una sola voz dirá a la insurgencia que deje en libertad a los secuestrados, sean militares o civiles, que les respete la vida, que no existe razón, ni explicación, ni justificación alguna, para que pasen años sin que estos seres queridos, contra su voluntad, tengan que permanecer en el monte, lejos de sus seres queridos.

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