lunes, 21 de noviembre de 2011

LA ARGUMENTACIÓN, GRAN SOPORTE DE LOS DERECHOS HUMANOS, PARA EL DEBATE


Al reiniciar clases las universidades públicas que estuvieron en cese de actividades durante varios días, seguramente un tema recurrente será la argumentación que venció la postura del gobierno y que éste supo escuhar y retirar el proyecto de ley que fue el motivo de la protesta. Por eso, esta semana, hablaremos de la arugmentación, como el gran soporte de los derechos humanos, para el debate.

En esencia, la argumentación es un ejercicio que hace cada hombre, que parte de sus pensamientos, de sus ideas, de sus conocimientos y, sobre todo, del razonamiento. Todo ser humano está dotado de un conjunto de cualidades naturales que, en la medida en que las desarrolla, le permiten razonar alrededor de lo que conoce, de lo que aprende, de lo que ve, de lo que escucha, de lo que lee, del contenido de los distintos medios de comunicación y, en general, de todos los mensajes que circulan a su alrededor. Pero sobre todo, ese ser humano, pensante e inquieto que somos todos, nos estimula a preguntar, a cuestionar y hasta a dudar de la forma como muchos de los demás, entienden y explican su mundo exterior.

Precisamente, ese mundo, que es el medio en que vive cada uno, le proporciona, podemos decir, en general, mucho material para reflexionar bastante, o como se dice en el lenguaje cotidiano y coloquial a “no tragar entero”. Y cuando una persona se traslada de un lugar a otro y averigua por las costumbres de ese nuevo lugar, con toda seguridad que va a encontrar muchas de éstas, lo mismo que comportamientos y concepciones, distintas a las que él tiene previamente. Pero gracias a los medios de comunicación, especialmente, a la radio, a la televisión y al internet, cada persona que tenga acceso a ellos, va a enriquecer la información que tiene, con la que reciba, que es en gran cantidad y en forma permanente, sin tener que desplazarse a lugares diferentes.

Por lo anterior, para que cada persona pueda expresar su argumento frente a cualquier asunto y hacerlo con un fundamento razonable, necesariamente, ha realizado un esfuerzo mental que le ha permitido pensar sobre un asunto o tema concreto, y examinarlo desde los diversos puntos de vista que los demás lo han manifestado.
Aprender a argumentar, entonces, demanda documentase bien antes de hablar o de escribir. Exige leer despacio y entender los textos y asimilarlos bien y ojalá relacionar unos con otros. Y los textos deben ser de contenidos diferentes, sin que se descarten los libros que traten el tema en un mismo sentido. Igualmente, es necesario hablar con los demás y conocer sus posturas. Algunas serán similares, otras distintas. Pero precisamente, un régimen democrático se caracteriza por tener consenso en algunos temas de interés general, como el reconocimiento y respeto de los derechos humanos, y la no violencia. Pero también, vamos a encontrar diversas posiciones y cada una con su explicación. Es el llamado disenso. Entonces, existen consensos y disensos. En otras palabras, es el pluralismo que coexiste con la diversidad. Por eso, ¡qué tal que todos pensamos en forma igual! Todos somos diferentes, aunque también tenemos pensamientos compartidos, como, por ejemplo, el respeto por la diferencia, que exige tolerancia, que exige no violencia

En resumen, la argumentación, como ejercicio de la razón, es un fundamento esencial para la defensa, el reconocimiento, el respeto, la promoción y la convivencia de los derechos humanos, porque partimos de que cada uno es consciente de que cada vez que habla, lo hace siempre con argumentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario